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Los núcleos rurales impulsan más el alquiler vacacional que los turísticos

Los municipios de Arucas, Santa María de Guía y Agüimes, entre los que más crecen

Los núcleos rurales ganan terreno en el alquiler vacacional, un fenómeno que no se restringe únicamente a las zonas más turísticas del litoral de Gran Canaria. Los visitantes no sólo buscan sol y playa, también demandan un turismo que cada vez se acerca más a la naturaleza de la isla.

Solamente en Gran Canaria se registraron durante el año pasado 6.889 viviendas con fines destinados al alquiler de visitantes, un 21,74% del total de las Islas, que fue de 31.675 hogares. El 9,2% de los turistas que recalaron en el Archipiélago utilizaron este tipo de hospedaje.

La mayoría de municipios rurales de Gran Canaria presentaron un incremento en el número de viviendas vacacionales entre los años 2015 y 2017, según el informe El alquiler vacacional en Canarias: Demanda, Canal y Oferta del Gobierno de Canarias.

Arucas, que pasó de tener 51 domicilios de alquiler a 116, mostró una subida de más del 127% y fue el término municipal con más incremento, seguido de Santa María de Guía, con un aumento del 122%, que pasó a tener de 31 a 69 casas de alquiler; Mogán, con un 84,8% (de 509 a 941 domicilios vacacionales) y Agüimes, con un porcentaje del 81,5%, que participó con 187 viviendas el año pasado (84 más que en 2015).

Las Palmas de Gran Canaria, a pesar de la disminución del 10% entre 2016 y 2017, mantiene un alza del 69% entre 2015 y el pasado año, con 1.147 y 1.904 viviendas respectivamente.

En general, los niveles que presenta la isla de Gran Canaria en relación a la cantidad de hogares publicados, son positivos. En el último trienio se ha producido un incremento exponencial, con 5.421, 6.084 y 6.889 domicilios de alquiler cada año. Por su parte, San Bartolomé de Tirajana mostró cifras desde 2.193 a 1.904 hogares vacacionales en este periodo, con un porcentaje negativo del 13,1% en los tres años.

El decrecimiento de la zona turística viene dado por la regulación de los precios en los hoteles, apartamentos y complejos turísticos del municipio sureño.

El orden por islas, de mayor a menor cantidad de viviendas de alquiler vacacional, lo conforman Tenerife, con 12.493 casas, Gran Canaria, con 6.889, Lanzarote, que presentó un total de 6.096 viviendas, Fuerteventura (3.899), La Palma (1.425), La Gomera (608) y El Hierro, con 265 domicilios según subraya el informe de la consejería de Turismo para 2017.

En cuanto al número de camas por vivienda, la media general de la isla mejoró de forma exponencial desde 2015, con unos registros de 22.803 hogares, 24.792 y 27.461 pisos de alquiler para visitantes.

Santa María de Guía encabeza la lista en el incremento de camas por vivienda, con 323 y un porcentaje de crecimiento del 135,77%. Le sigue la capital, Las Palmas de Gran Canaria, con 6.855 camas en 2017 y un crecimiento del 78,20% en los tres últimos años, y Mogán, que presenta un porcentaje ascendente del 78,20%.

Coste medio

El coste medio de las viviendas de alquiler vacacional en Gran Canaria fue desde los 156,20 euros en el municipio de Firgas, con una variación negativa del 0,6% respecto al año 2016, hasta los 72,59 euros en el término municipal de Agüimes, que representa unvalor positivo del 20,9%.

San Bartolomé de Tirajana es el segundo municipio en la lista de alquileres más caros (155,56 euros), seguido de Mogán (122,33 euros) y Santa Brígida (118,22 euros), con índices negativos del 16,91% y 1,64% respectivamente. La suma de todos los municipios de Gran Canaria conformaron una media de precio por noche de 114,12 euros en el pasado año, un -6,76% más que en el año anterior, mientras que la totalidad de la región sitúa una media de precio por noche de 99, 98 euros.

El importe de la renta que se marca para este tipo de prácticas tiene que ver con la zona donde se encuentra la vivienda, la competencia cercana y los servicios que se ofrecen.

Uno de los errores que más suelen cometer los propietarios es fijar un precio muy bajo o muy alto al alquiler. Es poco probable que un huésped realice la reserva de una propiedad sobrevalorada, especialmente si en el entorno cercano existen otras similares por mucho menos dinero. También, si el precio es excesivamente bajo, el efecto puede ser negativo ya que la intención de atraer al cliente genera, en ocasiones, una sensación de desconfianza.

El Gobierno de Canarias ultima el decreto que regula el alquiler vacacional donde busca armonizar las necesidades de la población residente con la de los turistas.

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