El Gobierno de España abre pista para los drones. Una industria que quiere convertir en puntera en Europa y para la que prevé que el mercado irá en aumento en la agricultura, la inspección de infraestructuras o en las tareas de vigilancia, pero también en nuevos usos como el transporte de paquetería, la actuación en casos de emergencia o, a más largo plazo, el transporte de personas.

El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, presentó ayer en Madrid el plan estratégico para el desarrollo del sector civil de los drones en España 2018-2021, un sector para el que se estima que en 2035 genere 1.200 millones de volumen de negocio con un total de 51.400 de estos vehículos de uso profesional en activo, que crearán unos 11.000 puestos de trabajo.

De la Serna destacó el carácter "transversal" de este nuevo plan estratégico, en un sector que en la actualidad en España ocupa ya la tercera posición en Europa tras Francia y Polonia, con el 16% del peso relativo de los operadores con 3.000 profesionales registrados actualmente - Canarias es de las comunidades con más operadores habilitados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) con alrededor de 140 y más de 600 pilotos con formación profesional- y más de 4.200 aparatos registrados .

Fomento estima que en el año 2020 la cuota máxima de flota recreativa alcance los siete millones de aeronaves en Europa, que cuenta actualmente con entre un millón y 1,5 millones de drones.

"El 16% de los 17.000 operadores de Europa son españoles", explicó el ministro quien destacó, no obstante, que es un sector muy atomizado con empresas pequeñas (el 73% de menos de diez trabajadores) con facturaciones modestas que en su mayoría no superan los 50.000 euros. De la Serna cifró en más de 50 los fabricantes y diseñadores de drones en nuestro país y más de 70 las entidades formadoras con tres aeródromos especializados.

El Plan estratégico, que se configura como hoja de ruta que permitirá potenciar el crecimiento del sector de los drones en España, cuenta con cuatro ejes principales, ocho líneas estratégica y 29 iniciativas concretas.

Sus principales objetivos son: el impulso del desarrollo del sector situándolo en una posición de liderazgo internacional, facilitar la actividad de las empresas garantizando en todo momento la seguridad de las operaciones, apostar por un ecosistema innovador, y poner todo su potencial al servicio de las personas.

A corto plazo, el plan regulará los usos de estos aparatos para la agricultura, la filmación topográfica, el medio ambiente, la obra civil y la minería. En el medio plazo, ampliará su espectro a las telecomunicaciones, el control de fronteras, las emergencias o a las ciudades inteligentes.

A partir de 2030 Fomento prevé que la integración de los drones en el espacio aéreo será completa, lo que facilitará la actividad de carga de largo alcance, el transporte de viajeros, la aparición de aerotaxis y la pequeña paquetería.

Este plan estratégico supone complementar y ampliar del Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros en diciembre pasado que amplió el marco normativo adoptado inicialmente por la Ley 18/2014 para la realización de actividades con drones. "Se impulsa, así, el crecimiento de un segmento emergente, íntimamente ligado al desarrollo y a la innovación tecnológica", indicó el Gobierno.