Las importaciones mantuvieron en 2017 por quinto año consecutivo su senda alcista en Canarias. Según un informe del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), a lo largo de 2017 entraron a las Islas bienes por valor de 4.301 millones de euros, 909 millones más (26,8%) que en el ejercicio inmediatamente anterior. Excluido el distorsionador capítulo de los combustibles, que provoca grandes oscilaciones en los flujos comerciales, la cifra se quedó en 3.263,2 millones de euros y el incremento con respecto a 2016, en el 26,8%.

Para el delegado del Icex en el Archipiélago, Rafael Molina Petit, los números evidencian "un aumento del consumo interno" que viene a reflejar "la potencia de la recuperación económica". El crecimiento de las importaciones bebe de la demanda de bienes que genera un sector turístico que ha coleccionado récords de facturación desde el estallido de la Primavera Árabe. Un mayor número de visitantes conlleva, lógicamente, un crecimiento en la entrada a Canarias de productos que estos requieren.

Sin embargo, no solo el negocio alojativo es responsable de este comportamiento. También la demanda puramente interna, la que conforman los ciudadanos residentes en las Islas, contribuyó a elevar las cifras en este apartado. Por ejemplo, los compradores demandaron vehículos por valor de 506 millones de euros -26 millones más que el año anterior y casi cien más que en 2015- y aparatos eléctricos, por 166 millones. "Se están abordando ahora las compras que se dejaron aparcadas por la crisis", aseveró el delegado del Icex en Canarias. Incluso se nota en la ropa, con un sector textil que repuntó hasta los 68 millones de euros, 6, 3 millones más que un año antes.

Además, el documento elaborado por los técnicos del Instituto Español de Comercio Exterior en el Archipiélago pone de relieve la asimetría entre la realidad y la idea apriorística que se tiene de las ventas canarias a otros países. De nuevo dejando de lado las fluctuaciones que introducen los carburantes en la estadística, las Islas exportaron por valor de 941,6 millones de euros, con lo que retomaron el crecimiento (14,5%) perdido en 2016, cuando disminuyeron un 12,7%.

Barcos y aviones

El principal sector exportador en 2017 fue el conocido como "otros productos". Los 1.305 millones de euros vendidos en el exterior en este canal suponen el 51,5% del total. Yendo al detalle, el 86,9% de esa cifra total lo coparon las "mercancías suministradas a buques y aeronaves", con un gran protagonismo de los combustibles (1.133,9 millones de euros). Descontados estos, aún se mantienen en el epígrafe unas ventas por valor de 162,20 millones de euros, cifra que supera el valor total de los bienes comercializados en África -siempre sin combustibles-, que llegó hasta los 118,4 millones de euros.

Por otro lado, el análisis apunta también una caída (-9,3%) de las ventas de legumbres y hortalizas que traduce a números el resultado de que durante el año pasado se exportaran 8.000 toneladas menos de tomate. Este fruto propició la entrada en la economía canaria de 32,5 millones de euros, cinco menos (-13,3%) que en 2016.

Tampoco se concreta en el plano real la aparente naturalidad del comercio con África por su cercanía. La conexión directa con el puerto de Róterdam provocó que Países Bajos fuera el país que recibió la mayor parte de las mercancías que salieron del Archipiélago (79.696 millones de euros). Los técnicos del Icex recomendaron tomar los número a mero título indicativo y para observar tendencias. Precisamente por cuestiones como esa distorsión que se fundamenta en el gran volumen de descargas de productos canarios en un único punto. Es decir, buena parte de los contenedores que tocan suelo holandés continúan trayecto hacia Escandinavia, pero es solo la primera etapa del viaje la que se contabiliza como exportación.

¿Qué utilidad tiene entonces la herramienta que mide el comercio import-export? Sin abandonar el caso de los Países Bajos, las ventas desde Canarias se redujeron un 12,2% en comparación con las de 2016, lo que constituye otra prueba inequívoca de la pérdida de intensidad productiva en el campo canario.

Reino Unido se situó tras Holanda. Los británicos son también receptores de buena parte de los productos de la huerta canaria. Legumbres y hortalizas son los productos que más se vendieron a Gran Bretaña. Fueron 24,6 millones de euros, 5,2 millones menos que en 2016. Más de la mitad de ese retroceso (2,7 millones) lo asumió el tomate mientras que la caída de ventas del pepino se quedó en otros 1,3 millones de euros.

La aparición de estos países como los dos principales mercados para Canarias conduce a que en el análisis regional sea la Unión Europea (UE) el principal área de exportación, concentrando el 56,3% del total de la facturación. Y eso que los 435, 4 millones de euros vendidos son un -0,2% menos de los alcanzados en 2016. África subsahariana es, a gran distancia, el segundo gran cliente de los productores isleños, que lograron facturar allí 107,1 millones de euros, con un avance del 6,7% respecto al anterior ejercicio. Por detrás de ellas aparecen la región conformada por Centroamérica y el Caribe (48,9 millones de euros) y América del Norte (48,8 millones). Volúmenes claramente inferiores pero muy destacables porque suponen grandes saltos relativos del 216,7% y el 124,1%, respectivamente, en tan solo un año.

De ahí que Estados Unidos sea el tercer mejor cliente de Canarias, con 34,2 millones de euros negociados y un importante avance del 73%. Hay que descender hasta el cuarto escalón de la clasificación por países para toparse con el primer estado africano, Mauritania. Los 31,9 millones de euros que se facturaron en esta nación el año pasado son un 21,2% más de los alcanzados en 2016.

Incluir en la evaluación los combustibles propicia un panorama muy distinto. En este caso es Senegal el principal cliente del Archipiélago, con 173,1 millones de euros, más de la quinta parte del total (21,3%) y un avance interanual del 143,7%. Si bien Países Bajos se mantiene en segunda posición, Marruecos (51,8 millones de euros) se cuela tercero. Otra muestra del impacto de los carburantes, porque al obviarlos, ninguno de los dos países africanos aparecen en los diez primeros.