Canarias fue la comunidad autónoma que más empleo creó en el arranque del año (0,88%) y también la que logró una reducción más intensa del número de parados (-7,32%). Según la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre de este 2018, fue una de las cinco únicas regiones -junto a Cantabria, Cataluña, Madrid y La Rioja- en las que el mercado laboral mostró un comportamiento positivo. La cifra de 879.500 trabajadores con los que cuenta en este momento el Archipiélago solo se superó en 2007; en ningún otro momento, ni antes ni después de la crisis.
Aún esperan por una oportunidad laboral 228.400 ciudadanos de Canarias, cuya tasa de paro (20,62%) deja de ser por vez primera en muchos años una de las tres peores del país. La distancia con el registro estatal (16,74%) es todavía considerable -3,88 puntos-, si bien lo ocurrido entre enero y marzo ha estrechado la brecha.
El conjunto del Estado tiene hoy 29.400 parados más que al finalizar el año pasado. Ese incremento del 0,8% sitúa el volumen total de desempleados en 3.796.100. Mientras la tasa de desempleo canaria se redujo en 1,42 puntos, la española ganó dos décimas. La peor noticia para el país, que no registraba un primer trimestre tan malo desde 2013, es que vio crecer el paro a pesar de que disminuyó la presión por la parte de la demanda de empleo, con 94.700 activos menos.
Canaria sí lo rentabiliza
Las Islas sí pudieron rentabilizar esa circunstancia. De los 18.000 parados menos con que terminó marzo en comparación con tres meses antes, solo 7.700 correspondieron a nuevos empleos. El resto se explica por la salida del mercado de trabajo de 10.400 ciudadanos y, además, con una disparidad absoluta en el análisis por sexos. Según la EPA, 10.700 canarias abandonaron su intención de trabajar y 300 hombres pasaron a engordar la población activa.
Para entender el tirón de la creación de empleo en las Islas durante el primer trimestre del año, es necesario no perder de vista que en esta ocasión la Semana Santa se celebró en marzo. Eso significa que se evitó el tradicional bajón que sufre el turismo pasadas esas festividades, que marcan el final de la temporada alta. Todos los sectores de la economía aportaron empleo y lo hicieron con especial énfasis los servicios. El nicho en el que se engloba la actividad alojativa sumó 6.300 puestos para llegar hasta los 55.700 en el conjunto de los últimos doce meses. Manteniendo la vista en lo acaecido en ese periodo, la construcción aportó 7.300 ocupados más (500 en el trimestre), y tanto la industria como la agricultura, 3.400 cada una; con mejor comportamiento de la primera entre enero y marzo, periodo en el que generó 700 empleos frente a los 100 de la última.
A la vista de estos datos se entiende por qué el Archipiélago es también la comunidad autónoma en la que más subió, en términos relativos, el número de ocupados entre marzo de 2017 y el mismo mes de este año. El 8,62% registrado (69.800 empleos ) no lo sigue de cerca ninguna otra región. La más próxima es Extremadura (4,34%), que también tiene ante sí un amplísimo espacio para la mejora. A gran distancia se sitúa la media estatal (2,36%). En cuanto a la caída del número de parados, solo Cataluña (-20,46%) superó en términos porcentuales el 18,36% anotado por Canarias y que sirvió para rescatar del desempleo a 51.400 personas.
Esas cifras tan positivas permitieron también reducir en una cuarta parte (24,2%) el número de hogares en los que todos sus moradores están en paro. Aún así, quedan repartidas por todo el Archipiélago 77.300 familias que afrontan esta circunstancia.
Aparte de la Semana Santa como factor favorable, el análisis del incremento del número ocupados en las Islas durante el primer trimestre otorga un notable protagonismo al autoempleo. Sirva como dato explicativo que solo 2.900 de los puestos generados en los tres primeros meses del año correspondieron a asalariados.
Ni siquiera el mal comportamiento en el ámbito estatal torció el auge de los trabajadores por cuenta propia, que hoy son 5.900 más que el último día de 2017. Este avance en el primer tramo del ejercicio no se producía desde 2012, según destacó la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
Su presidente, Lorenzo Amor, reivindicó "el importantísimo papel de los autónomos en la economía y en la generación de empleo". En Canarias aumentaron en 4.900 los empresarios sin asalariados, en 3.800 los trabajadores por cuenta propia y en 3.500 quienes ayudan en el negocio familiar.
Por sexos, la mayor reducción del paro se centró en las mujeres (-13.100), pero por la mencionada caída de su presencia entre la población activa. De hecho, los puestos de trabajo creados fueron ocupados en mayor medida por hombres (5.300) que por féminas (2.400). En las Islas hay hoy 114.500 desempleadas y 113.900 parados.
También la tasa de paro juvenil se redujo en tres puntos y medio hasta situarse en el 40,15%, aún elevada pero muy lejos del 70% que estuvo a punto de alcanzar en 2012. Del total de jóvenes canarios de entre 16 y 29 años que no tienen empleo, 69.300 tampoco estudian.
También el impacto del paro de larga duración, a pesar de continuar siendo intenso, se ha atenuado a lo largo del último año. Son todavía 91.400 los desempleados isleños que han superados los dos años sin un puesto de trabajo, 6.400 menos que hace tres meses y 28.600 menos que en marzo de 2017.
