Viajar por el mundo, pagar de un plumazo la hipoteca, comprar un cochazo...en definitiva: vivir a cuerpo de Rey.

Un décimo premiado de la Lotería de Navidad puede ser la única forma que tenemos de hacer nuestros sueños realidad. Unas fantasias que, además, no suelen ser baratas, pero que con los 400.000 euros del Gordo podemos llegar cumplir ¿Y tú en qué invertirías el premio?