El candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció anoche que, si gana las elecciones, no va a congelar las pensiones, aunque el aspirante socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, cree que su intención es "revisar" el sistema para cambiarlo cada dos años.

En el único "cara a cara" de la campaña electoral entre los dos candidatos y dentro del bloque dedicado a políticas sociales y pensiones, situado a continuación del bloque de economía y empleo, Rajoy defendió el empleo para garantizar un sistema público de pensiones, de sanidad y educación de calidad, mientras que Rubalcaba destacó la "privatización" de estos servicios en comunidades que gobierna el PP.

Según Rajoy, el Estado debe garantizar un sistema público de pensiones, mejorar las condiciones de dependientes y los servicios públicos, aunque el principal problema para ello, dijo, es disponer de los recursos. Para conseguirlo se necesita una "buena gestión de la economía", que cree empleo.

Rubalcaba sentenció que lo más importante para los ciudadanos en este momento son la sanidad y educación públicas, pero que con Rajoy "no están garantizadas".

Su "mayor objetivo" es preservar la sanidad pública y mejorarla, y afrontar los problemas de financiación con más ahorro y "un impuesto" para el tabaco y bebidas alcohólicas, excepto vino y cerveza.

Se mostró preocupado porque poco a poco los hospitales privados "se quedan con los enfermos menos costosos", y los más onerosos pasan a los públicos, como está ocurriendo, afirmó, en la Comunidad Valenciana. Si esto sigue así, según el candidato socialista, los hospitales privados seguirán ganando dinero y el sistema público "quebrará".

En educación, el candidato socialista ha asegurado que "algunos centros" privados concertados de las CCAA que gobierna el PP rechazan a los alumnos con más dificultades y "los mandan" a la escuela pública.

Los sindicatos de docentes, explicaron, convocan huelgas en Madrid porque es la "avanzadilla" de las políticas del PP en educación, con una "desgravación" para los colegios privados de elite, mientras que Rajoy ha dicho que es "para todos los alumnos". El candidato del PP señaló que se han socavado la excelencia y el mérito.

En cuanto a las pensiones, Rajoy enfatizó que son un compromiso "irrenunciable" y un acto "de justicia", y que mantendrá su poder adquisitivo, según el acuerdo del Congreso de los Diputados de 1998, mientras que los socialistas las han congelado porque "han querido".

Rubalcaba le replicó que explique "qué demonios" significa que, según el programa electoral del PP, cada dos años se presentará en el Parlamento un estudio para "revisar en la práctica" el sistema de pensiones, cuando la reforma socialista de esta legislatura las garantiza durante 25 años más. En esta línea, consideró que el programa popular ha sido redactado con "ambigüedad calculada".

Empleo

Rajoy dijo que recortará el sector público para ayudar a empresas y familias, mientras que el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, apostó por retrasar el ajuste presupuestario para impulsar la actividad económica.

Durante el único debate de la campaña electoral, Rajoy avanzó, no obstante, que no tiene intención de rebajar las prestaciones que cobran los parados, aunque defendió un cambio de modelo que se encamine a la implantación de un fondo individualizado de despido, similar al modelo austríaco.

Este asunto provocó el mayor enfrentamiento entre ambos candidatos, ya que Rubalcaba se ha mostrado convencido de que el PP recortará el seguro por desempleo cuando llegue al Gobierno, en tanto que Rajoy le ha pedido que no le atribuya intenciones ocultas.

Asimismo, Rajoy pidió en varias ocasiones a Rubalcaba que asuma su responsabilidad como miembro de un Gobierno cuya acción política ha empeorado la situación económica, en tanto que el candidato socialista le reprochó a su oponente durante todo el debate que no concrete sus propuestas y que no quiera desvelar sus verdaderos propósitos.

Al margen del enfrentamiento, Rubalcaba anunció su intención de pedir a las instituciones europeas que retrasen hasta 2015 la consecución los planes de consolidación presupuestaria que obligan a España a rebajar el déficit público al 3 % del PIB en 2013.

Rajoy se mostró comprometido con el proceso de ajuste fiscal, ha reiterado su intención de fijar límites de endeudamiento para todas las administraciones públicas y ha propuesto exigir responsabilidades a aquellos gestores públicos que gasten sin tener un respaldo presupuestario.

El candidato del PP recriminó a Rubalcaba que prometa subir los impuestos a los más ricos cuando mientras estaba en el Gobierno lo que hizo fue eliminar el "cheque bebé", la deducción de los 400 euros y la desgravación por compra de vivienda, además de subir el IVA y congelar las pensiones.

"Estamos en condiciones de salir del hoyo que nos ha llevado esta gestión equivocada", ha afirmado Rajoy, quien recordó que parte de la crisis es achacable a la burbuja inmobiliaria que dejó crecer el PSOE.

Rubalcaba hizo autocrítica y reconoció que el Gobierno tardó mucho en pinchar una burbuja inmobiliaria que originó desequilibrios en los balances de las entidades financieras y el elevado endeudamiento que hoy arrastran familias y empresas.

Sin embargo, culpó a los gobiernos del PP precedentes de propiciar la burbuja con el fomento de la especulación y una ley del suelo que desató la fiebre urbanizadora.