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La candidata difunta

Coalición Canaria mantiene en la candidatura a Puerto del Rosario a una mujer fallecida hace 24 días

Fátima Robayna. LP/DLP

Su sueño era ser concejala del Ayuntamiento de Puerto del Rosario en las elecciones del próximo domingo. Pero no a cualquier precio ni en cualquier partido. Su sentimiento nacionalista y su firme compromiso con su pueblo le hicieron militar desde hace años en Coalición Canaria (CC), primero en Lanzarote y años más tarde en Fuerteventura. Sin embargo, Fátima Robayna Cáceres (Soo, 1978-Puerto del Rosario, 2015) figura en la candidatura de CC al Ayuntamiento de Puerto del Rosario en el puesto número nueve. Eso sí, será una candidata ausente porque falleció el pasado 26 de abril, nueve días antes de arrancar la campaña electoral. Para entonces, su nombre ya estaba inscrito en la Junta Electoral como miembro en la lista que encabeza Nicolás Gutiérrez. El día de hoy también traerá un recuerdo especial para su familia, compañeros y amigos. Fátima debía cumplir 37 años.

La campaña electoral está siendo dura para los nacionalistas en la capital majorera. No hay mitin o acto electoral donde no afloren las lágrimas por la ausencia de Fátima Robayna. "Tenemos mucho dolor, pero una admiración infinita por una mujer que demostró en vida un sentimiento por el nacionalismo, por nuestro partido y una vocación de servicio público. No está ausente, en absoluto, está presente en cada momento de nuestra vida, en cada acto político, en cada reunión de partido", apunta una compañera, también candidata, como Fátima, el próximo 24 M. Añade que quiere imaginársela "sentada en el salón de plenos del Ayuntamiento, en el atril jurando su acta de concejal y en la calle desempeñando su cargo, siempre cerca de los vecinos, como hacía en vida".

Fátima Robayna llegó a Fuerteventura hace poco más de una década. Aquí, con su marido, Benjamín, y sus pequeñas Carlota e Irene, se integró rápidamente en la sociedad majorera. Durante años dedicó su tiempo a favor de la comunidad, no solo como presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Colegio Pablo Neruda, en la capital, sino vinculada a diversos colectivos sociales, pero especialmente al lado de los más necesitados y desfavorecidos. Esta convicción de ayudar a los demás, de colaborar en todo lo que podía, agrandó su agenda de amigos. No en vano se ganó la confianza y admiración de todos.

Solo la enfermedad que la alejó de la vida pudo con ella, aunque no logró que renunciara a la política. Con problemas de salud, esperó años por un trasplante de riñón que nunca llegó y, a pesar de su estado, participó en las últimas asambleas del partido. Estuvo dos meses ingresada en el Hospital insular Virgen de la Peña, hasta el día de su fallecimiento, y siempre mostró una fortaleza digna de admiración a pesar de su delicada situación.

Tras su muerte, los responsables nacionalistas no le dieron de baja en la candidatura "por expreso deseo de la familia. Si tuviéramos concejales hasta su puesto o más, simplemente no se emitiría su credencial al comunicar en ese momento a la Junta Electoral su fallecimiento y se emitiría la documentación del siguiente compañero en la lista", señalan desde la sede de CC.

"Hasta en los momentos más duros demostraba una fortaleza única para animar a sus compañeros. Era crítica, pero generosa, en todos sus comentarios y actos de la vida diaria". Quién así se expresa es la periodista Mónica Quintero, amiga y directora de El Enfoque. Además, añade que, "cuando Fátima llegaba al corazón de alguien, no había escapatoria, pues lo hacía para instalarse de manera definitiva. Construía un mullido nido en el que todos tenían cabida. ¿Quién podrá olvidar nunca a una persona así?"

Quintero continúa con su relato a duras penas y no puede aguantar la emoción al recordar a su amiga. "Su vida giraba en torno a dos ejes: su familia y la política. Mantuvo hasta el final una fuerza admirable. Pidió antes de que la sedaran poder despedirse de sus familiares y amigos íntimos. Fue dura hasta el último momento, nunca perdió su sonrisa ni su optimismo. No he conocido una persona tan bella y con un corazón tan enorme", destaca.

El candidato nacionalista a la Alcaldía de Puerto del Rosario, Nicolás Gutiérrez, aún no se ha repuesto de la ausencia de su compañera. "Los acontecimientos se precipitaron, fueron más rápido de lo previsto. Me resulta difícil entender que Fátima haya muerto", reconoce. También, señala que "toda la cartelería estaba encargada cuando se produjo la muerte. Consultamos con la familia que apostó por que la mantuviéramos en la candidatura porque era su ilusión participar en las elecciones con Coalición Canaria. También consultamos esta situación con nuestros servicios jurídicos y nos indicaron que, si sale electa, se debe comunicar a la Junta Electoral su fallecimiento".

Gutiérrez se deshace en elogios hacia la figura de Fátima. "Me enternece su fuerza de voluntad para afrontar los retos. Se ganó el cariño y el respeto de todos los compañeros en el consejo político de Puerto del Rosario, nos contagió de ese optimismo, compromiso y responsabilidad que radiaba por todas partes. Ya malita seguía hablando de política y me transmitió la necesidad de trabajar en equipo, que no perdiéramos nunca la unidad y que no nos alejáramos de los problemas reales de la calle, que siguiéramos siempre en contacto con la gente", comenta. Agrega que "es todo un orgullo que Fátima continúe ocupando un puesto en la lista a Puerto del Rosario".

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