Las nuevas instalaciones de Ikea abrirán sus puertas el próximo martes 31 de julio en el parque comercial de La Mareta, junto a Alcampo, después de casi diez años de trámites y esperas. La multinacional sueca ha logrado hacer realidad la construcción de un remozado inmueble, en el que se han invertido 28 millones de euros y donde trabajarán casi 400 personas, y con él esperan aumentar en un 15% el número de visitantes a lo largo del próximo año.

El inmueble -que ocupa 6.300 metros cuadrados y cuenta con un total de cuatro plantas, dos de ellas bajo rasante y con capacidad para 340 vehículos- hará que la actual tienda, emplazada en el polígono industrial de Salinetas, pase a utilizarse como gran almacén. En total, la nueva tienda de Ikea ofrecerá a sus clientes el doble de superficie de ventas que su antecesora.

A pesar de ser el primer establecimiento que la compañía nórdica abrió en España, en 1981, lo cierto es que las naves situadas en las cercanías de El Goro "se han quedado pequeñas", según Belén Martín, directora de marketing de la empresa, quien también añadió en la visita ofrecida a los medios que "en aquellos tiempo no existía la cultura de la decoración como la entendemos hoy. Frente a la sociedad característica de principios de los 80 fundamentada en el núcleo familiar, hoy tenemos un mapa muy diferente", manifestó. De este modo, los clientes podrán encontrar un estilo renovado acorde a sus nuevas demandas decorativas.

El complejo también dispone de una zona de juegos de 110 metros dotada con 20.000 bolas de colores para asegurar la diversión de los más pequeños y pretende satisfacer todas las necesidades de los hogares grancanarios. Según fuentes de la empresa, los grancanarios invierten al año una media de 1.400 euros en muebles y decoración.

"El moderno edificio y los planteamientos del negocio han hecho levantar una tienda preparada para la familia. Una opción para pasar el día juntos fuera de casa", afirmó la responsable de imagen. Junto a sus dependencias y secciones habituales, la caja de Ikea contará con un restaurante con capacidad para 300 comensales. En él se servirán más de 1.500 albóndigas al día. También habrá una tienda sueca con productos escandinavos para todos los gustos.

El establecimiento abrirá sus puertas en horario ininterrumpido de 10.00 a 22.00 horas. En su interior, los clientes encontrarán productos de todo tipo: desde lámparas, cojines y mesas a camas o muebles de cocina, que, a modo de inspiración para los más indecisos, también aparecen ubicados en lo que Belén Martín denominó "hogares en miniatura". Con ello pretenden "demostrar que son capaces de aprovechar los espacios pequeños", recalcó.

Una amplia gama de artículos con las que Ikea ofrece "muebles y decoración de buen diseño a precios tan asequibles que la mayoría de la gente se los puede permitir", según Martín, acorde al momento económico que atraviesa el país. "La exposición está fundamentada en soluciones que no necesariamente requieren una compra hoy, sino la organización de las cosas que ya tenemos. Nos proponemos el reto de enseñar el concepto de Ikea a un mercado donde se ofrecen servicios para todo", finalizó.