- ¿Cuál es el estado de la cuestión en El Hierro?

- A lo que en el inicio fueron unos terremotos en tierra les siguieron, como es sabido, unas erupciones volcánicas submarinas, profundas, que se iniciaron el día 10 [de octubre] habiéndose detectado hasta la fecha varias bocas emisoras, ligadas a una fisura, es decir, que el magma presiona por salir a través de varios conos, y no uno. Esto es muy común en el volcanismo de Canarias y, de hecho, fue lo que sucedió la última vez en el Teneguía, en La Palma, en 1971, en este caso en tierra. Por ahora el fenómeno de El Hierro está concluyendo en eso y, en caso de que la fisura siga la orientación del borde sur de la isla, iría hacia tierra.

- No es seguro.

- No, parece que la migración de la fisura es hacia tierra porque las primeras bocas eruptivas eran más profundas que las posteriores, a las que se ligan las manchas de azufre que quedaron a la vista; pero también se pueden abrir otras bocas hacia el mar o bien éstas aún no se han detectado. Desde luego lo que no se puede decir en rigor es que acabará en tierra o en mar, cerca o no de la costa, lo que además generaría otros mecanismos; no podemos predecir el comportamiento real sin tener unos precursores. Si con el terremoto de magnitud 4 y pico del 8 de octubre, que venía precedido de una crisis sísmica, ya se vio que el magma trataba de alcanzar la superficie, aún no existen indicios de cómo va a evolucionar.

- El magma se ha generado, con todo, debajo de la isla, ¿no?

- Sí, el magma se origina a grandes profundidades, en el manto de la tierra, y por los datos geoquímicos que tenemos de otras erupciones en El Hierro, lo hace entre setenta y cien kilómetros de profundidad. En toca Canarias hay anomalías térmicas, es decir que el manto está caliente, pero sobre todo lo está más en el subsuelo de El Hierro y La Palma, que son las islas más jóvenes. Eso no quiere decir que debajo de Gran Canaria, Fuerteventura o Lanzarote, no se pueda generar un mecanismo de fusión del manto, es decir, que por determinadas circunstancias una determinada porción de ese manto funda, y se genere el magma. Una vez que se genera el magma, éste intenta ascender por el manto, que es menos denso que la corteza, es como plastilina, por eso no suele encontrar problemas y no genera terremotos. Pero cuando llega a la corteza, que es fría y rígida, se suele estancar, así que presiona, la empuja hacia arriba, la calienta, el magma se expande en forma de cabeza de champiñón, y luego intenta romper [la corteza], por eso fueron los terremotos. Este vez rompió por el flanco submarino sur de El Hierro y lo normal es que, cuando logra romper por algún lado, se focalice ya en ese sitio. Ese sitio puede ser una fractura de uno o dos kilómetros, claro, por lo que es difícil que el magma intente salir ahora por el Tanganasoga, un volcancito en Frontera bajo el cual fueron los primeros terremotos y donde el magma intentó al principio romper.

- Su equipo ha estudiado el vulcanismo más reciente de El Hierro. ¿Puede extraer claves?

- Sí, hay ya algunas pistas. El estudio está en curso y cubre los últimos veinte mil años, que en vulcanismo es un tiempo recientísimo. Mire, daré un pequeño rodeo: en Gran Canaria, hace tres millones de años hubo un volcán tan grande como el Teide, con erupciones muy explosivas, y cuyos restos son el Roque Nublo. ¿Eso puede dar pautas para las futuras erupciones en Gran Canaria? No, porque las condiciones en esa época remota eran muy distintas. El Hierro nació como isla hace 1,2 millones de años, con lo que es la isla más joven porque las zonas más jóvenes de Gran Canaria tienen 14 millones de años. Bien, por lo estudiado, todas las erupciones en El Hierro en los últimos veinte mil años tienen un comportamiento clavado al Teneguía, con lo cual si finalmente este erupción desembocara en tierra, lo más probable es que sea de baja explosividad, que tenga varios conos en la salida y que expulsen piroclasto y picón (lapilli), pero no cenizas volcánicas, que son las que pueden volar a grandes distancias. De modo que, como con el Teneguía, no es probable que con el de El Hierro suceda como con el último volcán islandés, el Eyjafjalla, que paralizó el tráfico aéreo europeo.

- ¿La orografía encrespada puede hacer de dique a la fisura submarina que va hacia tierra?

- No, no es un dique para una hipotética entrada en tierra; si tiene que entrar entrará, pero una vez entre la topografía hará que el comportamiento sea diferente, pues al ser abrupto la lava irá rápida por las laderas, se encauzará por una franja relativamente reducida de terreno y se encaminará hacia el mar, formando lo que en Canarias llamamos islas bajas. En otras islas, como Lanzarote, se expandiría por una superficie mucho más amplia de la isla de forma lenta. Pero es que es así como crecen nuestras islas, esto lo quiero recalcar: evidentemente hay que tener cuidado con los volcanes y tomar todas las precauciones, pero se los pone como al malo de la película cuando sin volcanes no existirían las Islas Canarias, son éstos los que las hacen nacer. Es más, en un futuro geológico, dentro de cientos de miles de años, Lanzarote y Fuerteventura desaparecerán porque el mar las erosiona y el volcán no las compensa [no erupciones, añadiendo superficie] porque son islas viejas, mientras que El Hierro y La Palma irán creciendo más, porque son más jóvenes y tienen y tendrán más actividad volcánica.

- Eso es fascinante, de modo que en un futuro geológico las Islas Canarias serán otras.

- Totalmente. Si tuviéramos una foto de hace cuarenta millones de años veríamos al norte de Lanzarote dos islas, que existieron, y que hoy son los volcanes sumergidos de Dafia y Concepción. Geológicamente las islas son como castillos de arena al borde del mar. Realmente el malo de la película es el mar, que amenaza la permanencia de las Islas. De hecho, el mar hizo que Dafia y Concepción quedaran sumergidas después de erosionarlas una vez que sus volcanes dejaron de estar activos y no pudieron crecer ni mantenerse.

- ¿Qué rastro hay de esto, de que estaban emergidas y que tuvieron vida, a lo mejor?

- Bueno, por ejemplo, la laurisilva es una preservación viva de organismos que en el resto de la Tierra son fósiles, lo cual es producto de la tectónica de placas [de la reconfiguración de las grandes masas continentales], es decir, hace millones de años había laurisilva en el Norte de África y el Mediterráneo y pasó a Canarias y Azores cuando éstas estaban más cerca, de la mismo manera que se cruza un riachuelo de piedra en piedra... Pues bien, en las dos islas hundidas, en Dafia y en Concepción, que ahora son montes submarinos, se han hallado fosilizados moldes de hoja y de tallo de laurisilva, lo que revela no sólo ya su existencia en ellas sino que ésta fue transportada desde África.

- ¿Y que son esas islas sumergidas junto a El Hierro, que llaman Las Hijas?

- Las Hijas son todo lo contrario. Son volcanes muy jóvenes que han nacido hace poco tiempo, claro que miles de años, siempre en términos geológicos. Y en un futuro podrían ser las nuevas Islas Canarias.

- ¿Lo que pueda surgir ahora en El Hierro nunca lo será?

- Si surgiera un volcán a un kilómetro de La Restinga podríamos decir que tenemos un nuevo islote, pero pertenecería al edificio geológico de El Hierro, del mismo modo que la Isla de Lobos y los demás islotes pertenecen al complejo geológico que forman Lanzarote y Fuerteventura, que son un solo edificio insular. No llega a cien metros la profundidad marina mayor entre ambas islas. También hace veinte mil años el nivel del mar era muy bajo por las glaciaciones, porque la mayor parte del agua evaporada del mar queda represa en los continentes en forma de hielo: fue la última época glaciar. Hay una prueba evidente: en la costa atlántica de Francia hay cuevas con pinturas rupestres a ochenta metros bajo el nivel del mar. Pues bien, en esa época entre Lanzarote, Fuerteventura, Lobos y La Alegranza habríamos podido ir caminando.

- ¿Y qué perspectivas vulcanológicas tiene Gran Canaria?

- Gran Canaria en los últimos veinte mil años ha tenido veintitantas erupciones, que es poco comparado con La Palma y El Hierro pero mucho comparado con Lanzarote, a la que, sin embargo, se la tiene por la isla volcánica. Y en este tiempo todas las erupciones han sido de baja explosividad, que es lo que se llama mecanismo estromboliano, en honor a la isla de Estromboli [en el Mediterráneo] salvo la de Bandama. En éste al magma le penetró en el conducto aguas subterráneas y lo convirtió en el volcán más explosivo, con una nube piroclástica, ardiente y muy dañina, una de las cuales pasó por Telde y llegó al Aeropuerto; de modo que si se repitiera hoy Telde quedaría mal parada, pero las probabilidades, insisto, son escasas.

- Otra cuestión. Lo de El Hierro en ningún caso presupone que la actividad volcánica o los fenómenos sísmicos vayan a aumentar en Canarias, ¿o sí?

- No. En realidad, no es indicio en ningún sentido. De entrada, Canarias, aún estando fuera de la llamada plataforma continental africana, sí está en el interior, en medio, de la llamada placa africana, que es una de las dos en las que el Atlántico Sur es dividido por la llamada Dorsal Atlántica, aunque esta placa incluye a toda África. Esto nos da tranquilidad, porque la mayor parte de energía de la Tierra se libera por los bordes de esas placas. Los mayores terremotos y volcanes se producen en esos bordes. Por ejemplo, Islandia está, digamos, atravesada por la Dorsal Atlántica, en pleno borde, y por eso cada siglo tienen veintitantas erupciones, mientras que en los últimos cinco siglos en Canarias, de los que consta documentación escrita, hemos podido registrar trece erupciones: dos en Lanzarote, cinco en Tenerife y dos en La Palma, sin contar con las submarinas, que no las hemos detectado. Así que, por ejemplo, en Canarias es imposible que haya terremotos como los de Japón.

- Entonces no procede una revisión radical, por ejemplo, de las normas constructivas y la ordenación del territorio en relación con esos fenómenos.

- No, lo que hay que tener es unas normas sismo-resistentes y de construcción volcánica de acuerdo con el entorno en que vivimos, pero en Canarias el mayor riesgo natural son las lluvias fuertes, como se ha podido ver también en El Hierro. Esto lo tienen muy bien estudiado las compañías aseguradoras que cargan la prima de riesgos naturales en las zonas de barranco, y saben muy bien dónde lo hacen,... Lo que no podemos hacer, como hacemos, es construir en medio de barrancos. Salvo en el caso de Timanfaya, que sí afectó a toda la Isla, las erupciones han afectado muy poco a la población en Canarias. Eso sí, si hubiera que densificar de población a las Islas en todo caso no debe hacerse en El Hierro y La Palma, las islas volcánicamente más jóvenes y activas, como tampoco, si se trata de construir en Tenerife, no debe hacerse donde está el volcanismo más reciente: la zona del Teide y el Dorsal de La Esperanza.

- Por último, el cambio climático, por ejemplo, ¿puede tener incidencia en maremotos, terremotos y volcanes o no alcanza a esas dimensiones?

- No, es cierto que la gente lo mezcla, pero sismicidad y vulcanismo son fenómenos que se originan a partir de los cinco kilómetros de profundidad, en el manto de la tierra. El cambio climático no le afecta para nada. Al revés, en cambio, sí incide: una gran actividad volcánica en una zona puede afectar al cambio climático; de hecho, uno de los orígenes que se barajan para la extinción de los dinosaurios es la que hubo en esa época en La India, y no sólo el meteorito que nos pinta siempre Hollywood. Por otra parte, parece que ahora hay más maremotos y tsunamis, pero no es cierto, es sólo producto de que afecta más a una población mundial que se ha multiplicado y porque todo es divulgado ya en esta era de la información.