Las chicas a las que les dimos la primera compra se echaron a llorar, fue muy emocionante". La concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de El Pinar, Beatriz Hernández, lleva cuatro días repartiendo comida a sus vecinos. La crisis del volcán ha supuesto que muchas personas no tengan ni para comer. Hay lista de espera para recibir una compra. Ya se ha entregado comida a diez familias, en las próximas horas se atenderá a otras diez y una larga lista de espera de otras cuarenta o cincuenta engrosa el papeleo del consistorio en los últimos días. Son los más necesitados de los necesitados de La Restinga.

"Nosotros la ayuda que podemos darles es comida", afirma la concejala de Asuntos Sociales, que afronta una de las papeletas más complicadas desde que entró en política. "El primer día nos quedamos sorprendidos con las personas a las que les dimos la comida, llorando. Eran dos mujeres con dos niños cada una, que sus parejas se han quedado sin actividad económica porque trabajaban en los centros de buceo. Es bastante duro", explica, "porque son personas a las que el sueldo que tenían no les permite otra cosa que vivir al día. No tienen ahorros pero es que ahora se van a quedar también sin eso".

Desde el Ayuntamiento de El Pinar se reparte una compra en función de las necesidades de cada familia: "A los que tienen niños les damos, leche, cereales... Básicamente son alimentos de primera necesidad, como pasta, aceite, papas, etc. También hay productos para la higiene personal. Es bastante difícil también para ellos", asegura Beatriz Hernández. A las puertas de la Concejalía, un grupo de mujeres con niños aparta la vista. Esperan para ser recibidas por la edila, a cuyo despacho no paran de entrar vecinos desde el pasado lunes, día en que el Ayuntamiento de El Pinar comenzó el reparto de comida.

De repente, de la noche a la mañana, los habitantes de La Restinga han pasado de vivir con normalidad a tener que pedir comida a los servicios sociales. "No estamos pidiendo ayuda para gansos ni para que la gente pueda vivir bien. Estamos pidiendo ayuda para que la gente pueda comer. Porque aquí hay un pueblo, que se llama La Restinga, que necesita ayuda", afirma Fernando Gutiérrez, el presidente de la cofradía de pescadores, que se ha convertido en líder de la lucha vecinal para solicitar respaldo a las instituciones públicas. "La Restinga es un pueblo que se quedó a oscuras en el plano económico de la noche a la mañana. No creo que exista un caso como este en toda España", matiza Gutiérrez. "Nos gustaría que nos ayudaran, y que todas las ayudas llegaran a la vez para que nadie se pueda sentir agraviado. De esta tenemos que salir todos juntos. Hay gente que no tiene para comer y a la que el Ayuntamiento de El Pinar le está repartiendo comida. Imagínese lo que es eso".

Gutiérrez advierte a sus vecinos de que tienen que estar "preparados para lo peor", mientras diseña un plan de acciones para responder a las necesidades de sus paisanos. El pueblo de La Restinga confía mucho en Fernando Gutiérrez. Y él está concienciado para no fallarles: "Hemos recibido muchas llamadas de gente que quiere ayudarnos. Les estamos muy agradecidos a todos. Vamos a abrir una cuenta para que todo el que quiera ingrese lo que pueda, si lo desea, y también si quieren enviarnos comida que lo hagan. Queremos que por lo menos los niños de La Restinga tengan un juguete estas navidades".

Desde el Ayuntamiento de El Pinar, el objetivo es ayudar al mayor número de vecinos posible. Por eso las primeras compras se han realizado a los dos supermercados que hay en La Restinga, que están cerrados a cal y canto desde el pasado sábado, cuando el pueblo fue desalojado por segunda vez ante el temor de que una erupción volcánica afecte de lleno a la zona. "Queremos ayudarles a ellos también, porque han tenido que cerrar su negocio", afirma la concejala Beatriz Hernández, encargada de supervisar las dos compras de 300 y 600 euros que el consistorio ha hecho esta semana. "No sé cómo vamos a atender a toda esta gente en los próximos meses", se lamenta.

Un mes después de que estallara el volcán en El Hierro, La Restinga pasa hambre.