Fue un episodio corto, de apenas una hora y media de duración, pero el volcán submarino en el Mar de las Calmas mostró ayer de nuevo su actividad en superficie.

Una emisión más tranquila que la ocurrida hace casi una semana, pero también visible y con una mezcla de gases, cenizas y lava volcánica en forma de piroclastos de similares proporciones a los últimos que expulsó el volcán el pasado domingo, 27 de noviembre.

"Esta mañana [por ayer] volvió la actividad superficial con algo más que un burbujeo de gases", según explicó Carmen López, del Instituto Geográfico Nacional (IGC).

A los científicos la nueva emisión aérea del volcán submarino herreño les cogió a primera hora de la mañana, mientras realizaban la travesía habitual de inspección del foco eruptivo en las aguas frente a la costa de La Restinga.

Carmen López, a bordo de un barco de Salvamento Marítimo, presenció con el resto de científicos y la tripulación la expulsión de piroclastos, primero.

Después, las piedras de lava humeantes sobre el mar desaparecieron y afloró una mancha marrón. "Las piedras humeantes no fueron tan numerosas como en ocasiones anteriores, pero el tamaño sí era similar", explicó López a este periódico.

Además de los piroclastos, el volcán arrojó "material fino". Se trata de "una mezcla creemos de gases y cenizas que dan lugar a la ya conocida mancha marrón, aunque en una dimensión menor también que en episodios precedentes".

Tranquilidad

Además de esa nueva emisión de materiales, la actividad del foco eruptivo submarino volvió a confirmar ayer la tendencia a la tranquilidad registrada en los últimos días.

Tras el día de menor actividad sísmica de todo el proceso eruptivo hasta ahora que tuvo lugar el miércoles, ayer los seísmos también fueron escasos y de magnitud inferior a 2 en la escala de Richter.

En cuanto a la señal de tremor, el Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (PEVOLCA) destacó ayer que ha habido pocos pulsos y de poca amplitud y que no aparecen evidencias de una segunda fuente de tremor.