El volcán submarino en fase eruptiva desde hace casi dos meses al sur de la isla de El Hierro parecer tener cada vez menos posibilidades de emerger. La dirección del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca), que gestiona el fenómeno geológico, confirmó ayer que el material que expulsa el foco eruptivo está cayendo a fondos marinos de hasta 2.000 metros de profundidad.

Eso unido a los derrumbes producidos en el edificio volcánico, confirmados por los buques científicos que han trabajado en la zona en las últimas semanas, afianza la tesis de que la erupción aérea no sería posible, al menos en las actuales circunstancias, tal y como han mantenido buena parte de los expertos de distintos organismos que siguen el fenómeno.

El afloramiento de un nuevo islote a consecuencia de la actividad volcánica en aguas de la costa de La Restinga se barajó en los primeros días del fenómeno que se inició el pasado 10 de octubre.

Sismicidad

Pero conforme ha ido evolucionando la fase eruptiva del volcán submarino, con un descenso cada vez más pronunciado de la actividad sísmica y la estabilidad de la señal de tremor, se ha ido reduciendo la posibilidad de ver emerger un eventual nuevo islote al sur de El Hierro.

En noviembre pasado el buque científico del Instituto Español de Oceanografía (IEO) Ramón Margalef confirmó tras los estudios realizados en una de las campañas en El Hierro, la existencia de derrumbes en el edificio volcánico submarino generado por la acumulación de materiales.

Desdoblamiento

El mapa de los fondos marinos de la isla en esa zona y la situación del foco volcánico, a menos de doscientos metros de profundidad, junto a esos derrumbes, hacen ahora impensable que emerja un nuevo islote.

Al mismo tiempo, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) confirmó ayer al Pevolca que el Ramón Margalef ha constatado que el cono volcánico ha estado emitiendo mucho más material y se ha desdoblado.

Consecuencia de esa actividad es que "en la actualidad hay tres conos adosados unos a otros y muy próximos entre sí, asociados al escarpe por el que ascendió el primer cono".

Y todas esas formaciones de nuevo material se encuentran, según los científicos, a una profundidad de entre 160 y 180 metros.

Desde esos tres conos continúa, pues, emanando lava el volcán submarino que en buena parte de su caudal sigue su curso, no hacia la superficie sino a fondos de entre 1.700 y 2.000 metros. Además, el Pevolca señala que se están produciendo emisiones en la ladera norte del edificio volcánico.

Los científicos han situado a unos dos kilómetros y medio de la costa y a unos quinientos metros de profundidad, la boca del volcán submarino

La expulsión de piroclastos humeantes, que cada vez son emitidos más espaciados en el tiempo y en menor cantidad, apunta a los expertos que el volcán que se ha formado está a menos de doscientos metros de la superficie. Por eso se calculó que habría podido construir un edificio de alrededor de trescientos cincuenta metros antes de que se produjeran los sucesivos derrumbes.