El cine independiente al que se aferra el 13º Festival de Las Palmas de Gran Canaria como seña de identidad se presta a la controversia. Y la reacción popular a las películas que asisten a la sección oficial se ha manifestado en estos términos en la última semana. Con un "balance positivo que merecería un notable porque no hemos tenido llenos absolutos", el director del certamen Claudio Utrera se congratula de la polémica generada en torno a la conveniencia y/o acierto de la programación de determinados títulos. "La oficial es donde más arriesga el Festival por este tipo de cine que ha provocado cierta controversia, y eso es la salsa del festival y del cine contemporáneo que intenta romper clichés y las pautas de la narrativa cinematográfica. Y eso es lo importante".

Dice Utrera que el riesgo debe ser compartido también por un público que se ha acercado con valentía a la propia sección a concurso, a la informativa con su panorámica del cine estadounidense de los años 70, a Los modernos, el homenaje al cine mudo, o la retrospectiva dedicada al realizador canadiense Bernard Emond.

"Yo más que disgustarme por algunas posiciones radicales respecto a la sección oficial, es una alegría", sostiene Utrera. Y sin perder de vista que "esto es un proyecto de riesgo, los cineastas arriesgan y el espectador también, y el público tiene que hacer un esfuerzo intelectual para entender este tipo de cine. Esa debería ser la ecuación apropiada".

En su opinión, la afluencia de público en horario vespertino a las sesiones de las cintas a competición ha sido "quizás por el morbo de ver las películas que van a ser premiadas por jurado, cuando a priori tenía más tirón la sección informativa que la oficial, por los nombres y títulos con pedigrí que la forman.

En Vegueta

La supresión de las galas de inauguración y clausura en el Auditorio ha sido determinante para que el Festival focalice toda su actividad en Vegueta. En opinión del director, "era necesario llegar hasta aquí porque el Festival no se contamina de esta manera por las galas, y tras ganar en credibilidad y visibilidad, ahora es el momento de volcarnos en la programación y en un público que se identifica con la marca del festival".