La selección española femenina de waterpolo ha comenzado este lunes de la mejor manera posible su participación en los Juegos Olímpicos de Londres, sumando una victoria (11-6) frente a la vigente subcampeona mundial, China, que inyecta confianza a las pupilas de Miki Oca de cara al resto de esta primera fase.

En un torneo con ocho participantes, el objetivo en esta ronda inicial es buscar el mejor cruce posible de cara a los cuartos final. Así, España ha dado un paso para lograr un cruce más asequible con un triunfo justo basado en una gran defensa. La selección española disputará su segundo partido este miércoles frente a Estados Unidos (19:20 hora española).

El combinado nacional se zambulló en la piscina del Waterpolo Arena con el doloroso recuerdo del último precedente frente a China, la abultada derrota que supuso la eliminación en el Mundial de Shanghai 2011 (15-6). La venganza se fraguó desde la portería, con una Laura Ester infranqueable que dejó a las asiáticas con un 6/25 de acierto ofensivo. En ataque Anni Espar, máxima goleadora con tres tantos, y Jennifer Pareja lideraron las operaciones.

Tras el empate a dos con el que se saldó el primer cuarto, un trallazo de Espar puso la primera ventaja importante (4-2), pero las chinas, agarradas a la inspiración de Huanhuan Ma, devolvieron el equilibrio (4-4). Sin embargo, ese empate provisional fue la antesala del parcial de 5-0 que, entre el final del segundo cuarto y el inicio del tercero, se granjeó la selección española.

Con Maica García haciendo mucho daño en la boya y Pilar Peña sumándose al festival atacante desde el exterior, las pupilas de Miki Oca dieron el estirón definitivo, cerrado con un espectacular lanzamiento de espaldas de Andrea Blas (9-4). Haunhuan Ma y Lei Zhang marcaron en un tímido intento de reacción que de nuevo Peña apagó antes del último parcial (10-6).

En el último cuarto, España mostró templanza para conservar una ventaja que incluso estiró con el último tanto de Espar, que ponía el colofón a un partido histórico, a un debut olímpico del equipo español que sirvió para demostrar que la lucha por las medallas no es ninguna quimera.