Renta fija, renta variable, divisas… en los últimos meses los movimientos de los mercados no paran de provocar sobresaltos, en un mercado en el que una parte de los analistas apuestan por un mercado alcista y otros lo contrario. Pero ¿debemos renunciar por ello a invertir nuestros ahorros?

Por supuesto que no, desde luego no es la primera vez que esto ocurre y a cada crisis las entidades financieras buscan nuevas soluciones para que el binomio rentabilidad-riesgo se mantenga en unos niveles aceptables para el inversor. Los fondos permiten elegir diferentes estrategias de inversión en base al riesgo que estamos dispuestos a asumir y la rentabilidad que queremos obtener.

Una de las últimas y más famosas fue el estallido de la burbuja tecnológica con el desplome de fondos de inversión que a finales de los novento habían logrado rentabilidades muy elevadas. Con estas caídas llego a España el boom de los fondos garantizados, productos que como su propio nombre indica garantizan que no se va a perder capital pero a cambio limitan la ganancia a un porcentaje sobre la evolución de un índice o cesta de valores o dan una rentabilidad fija. Desde entonces, esta categoría de fondos no ha hecho nada más que crecer y este ejercicio no va a ser menos.

Aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un garantizado

En primer lugar, debemos analizar el plazo en el que se ofrecerá la garantía, ya que si retiramos el dinero antes de que esta venza cobraremos según el valor que tenga el fondo, pudiendo estar en pérdidas a las que hay que añadir en muchos casos comisiones por reembolso anticipado.

Muchos fondos eliminan esta comisión con las llamadas "ventanas de liquidez" días que periódicamente pueden hacerse retiradas parciales o totales sin realizar estos cobros. Aun teniendo esta posibilidad, si no queremos sufrir potenciales pérdidas, lo mejor es que no movamos nuestro dinero antes de que venza la garantía.

También tenemos que distinguir los diferentes tipos de fondos, si es un rendimiento variable sobre un índice o nos ofrecen una rentabilidad fija. Aun siendo productos de bajo riesgo, en cuanto no tenemos pérdidas, si queremos arriesgarnos a tener más beneficios o que sean prácticamente nulos la opción es la primera, si somos más conservadores, la segunda.

Las comisiones son otro aspecto fundamental, además de penalizar el reembolso anticipado, también lo hace si se decide "entrar" después de un periodo de suscripción determinado, además de está tenemos las de depositaría y gestión, que en media suelen ser ligeramente más elevadas que los no garantizados.

Y lo más importante, estar muy atentos a cuando cumpla la garantía, muchos de estos fondos se renuevan automáticamente ofreciendo una nueva garantía según las condiciones de mercado, si no realizamos el reembolso o el traspaso en el momento que marque el folleto del fondo, podemos vernos atrapado en otro largo periodo y depender de cómo evolucione este.

Utilizar herramientas como nuestro comparador de fondos le ayudará a conocer todos los puntos esenciales a la hora de invertir en estos productos.