Mucho se dice, se habla y se opina sobre la nacionalización de YPF. Opiniones tan diversas como las que inducen a pensar que el Gobierno argentino actuó deliberadamente haciendo uso de su poder como Estado apropiándose indebidamente de la filial argentina de Repsol. Desde el otro lado del continente se opina que Repsol repatrió durante la última década todas las ganancias obtenidas sin hacer reservas en sus balances para procurar la reinversión necesaria para la excavación de futuros pozos petrolíferos.

Argentina es un país muy endeudado y que no cuenta con los medios suficientes como para llevar adelante inversiones millonarias en excavación y extracción de petróleo, sin embargo existe al parecer “un socio ideal”, China.

Sinopec, petrolera china controlada en un 75% por el Estado chino adquirió el 40% de Repsol en Brasil por la cual pagó unos 7.000 millones de euros, a la vez que ya tiene operaciones en Argentina en la provincia de Santa Cruz y recientemente adquirió el 30% de la portuguesa Galp en Brasil por 3.540 millones de euros.

CNOOC, también petrolera China controlada en un 64% por el Estado chino, firmó una alianza con la petrolera argentina Bridas en 2010 adquiriendo por 2.350 millones de euros el 50% del grupo argentino Bridas que luego pagó a BP 5.382 millones de euros por el 60% de Pan American Energy, la segunda petrolera del país. En marzo del año pasado, Bridas y CNOOC llegaron a un acuerdo para hacerse con las refinerías y ventas de Exxon Mobil en Argentina, Uruguay y Paraguay.

El Banco de Desarrollo de China le prestó 7.600 millones de euros a Petrobras en 2009 y otros 5.900 millones a Ecuador, este último ya exporta al gigante asiático más de la mitad de su petróleo.

En Venezuela, Sinopec, CNOOC y CNPC invertirán hasta 2016 más de 30.000 millones de euros en cuatro proyectos que prevén la producción de 800.000 barriles diarios muy por encima de los actuales 112.000 así como la construcción de una refinería con capacidad para 200.000 barriles al día.

YPF parece ser la próxima pieza en la caza que mantiene China por los hidrocarburos. Hasta hace pocos años los capitales chinos se dirigieron a distintos rubros en Argentina. Ejemplo de ello son las inversiones realizadas en 2006 por la corporación estatal china Metallurgical Group Corporation de China Ltd (MCC) en el yacimiento de hierro de Sierra Grande, en la sureña provincia de Río Negro; la compra del noveno banco del país, la filial argentina del Standard Bank por el que China ha pagado cerca de 500 millones de euros o el importante proyecto de rehabilitación del Ferrocarril Belgrano Cargas que pretende reintroducir el tren como medio de transporte de mercancías, no solo agropecuarias sino también minerales y fertilizantes y abrir el llamado “paso entre el Pacifico y el Atlántico”, ahora reducido al tráfico de camiones. La operación está financiada por el Banco de Desarrollo de China y será realizada por la Compañía China de Exportación-Importación de Máquinas y Equipos (CMEC).

El interés de China por el acceso a reservas de petróleo surge evidente, las compañías chinas están ansiosas por ocupar el lugar que dejó Repsol en Argentina por culpa de la nacionalización de YPF. El principal motivo de este interés radica en el gigantesco yacimiento de hidrocarburos de Vaca Muerta hallado en noviembre al suroeste del país en la provincia de Neuquén en la Patagonia argentina. Con el equivalente a 927 millones de barriles de petróleo, es el mayor descubrimiento de crudo en la historia de Repsol y requiere una inversión de 25.000 millones de euros para su explotación.

Antes de la nacionalización de YPF por parte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Repsol estaba negociando vender el 57% de YPF a Sinopec por unos 15.000 millones de euros.

Por otra parte esta semana el ministro de Planificación argentino Julio de Vido dejó deslizar que la compañía China Petrochemical Corp invertiría 7.600 millones de euros en la "nueva YPF" donde el Estado argentino pasa a ser el principal accionista y quien impone las reglas de juego. La intención de Julio De Vido es tentarlos a que lo hagan en Vaca Muerta, uno de los yacimientos de hidrocarburos más grandes del planeta, según el Departamento de Estado norteamericano. Se trata de una zona prácticamente inexplorada cuya explotación permitiría a Argentina no sólo autoabastecerse sino vender excedentes a los países vecinos.

Por todo está claro que el próximo sustituto de Repsol en YPF será alguna compañía petrolera china las cuales cuentan con el apoyo de su Gobierno, que a la vez cuenta con las mayores reserva de divisas y oro del mundo, y que ya han dejado demostrado la firme intención de invertir en hidrocarburos en Latinoamérica.

Luis Alberto Cabezas, iAhorro.com, comparador de ahorro