No es que acabe de pasar la Semana Santa y nos sintamos espirituales, sino que leyendo las noticias de esta semana uno no deja de sorprenderse y de sentir cierto grado de injusticia social por los temas económico-financieros que podemos ver.

Al dato de la semana pasada facilitados por el Banco de España de que el ahorro de las familias había descendido, le debemos de añadir ciertas noticias esta semana que convierten la situación en poco menos que hilarante.

Los datos de la EPA del primer trimestre del año 2012 arrojan que tenemos un parado más cada 24 segundos, con lo que digo yo que los ahorros de las familias seguirán reduciéndose a tenor de que ya los ingresos en muchas casas brillan por su ausencia.

Pero si a esto le sumamos que sale el copago sanitario, subidas de tasas universitarias, reducción del número de becas, que si banco malo si o no, amenaza de subidas del IVA y otros impuestos para el 2013, uno se acaba preguntando cómo es que siempre acaben pagando el ‘pato’ los mismos. Cada vez que sale una noticia negativa sobre nuestra economía, ‘otro agujero para el cinto’.

Y el sector financiero, ¿qué opina de esto?

El ‘regulador’ (por ser educado) siembra dudas sobre el sector financiero español y la gran banca le responde. Las entidades financieras en peligro demandan urgentemente la creación de un ‘banco malo’, mientras que los grandes bancos se oponen. Digo yo que si las cajas lo demandan será porque algo malo habrán hecho que quieren traspasar a un banco público financiado por el dinero de los de siempre. Como pago a esta ayuda, los depósitos bancarios bajan el tipo de interés, las cuentas remuneradas se ajustan también a la baja, los diferenciales de las hipotecas en alza y, según el Banco de España, el crédito sigue sin fluir, con el agravante de que el Banco Santander y el BBVA han dejado de comprar deuda de España.

¡Qué pare la tierra que yo me bajo! No alcanzo a comprender como la parte débil de la balanza acaba sufriendo los desaguisados de la parte fuerte. Sinceramente es la sensación de que pagan justos por pecadores, pero que además pagan muchísimo más de lo debido.

A estas alturas de la vida, uno ya deja de creer en los milagros pero sigue confiando en la corresponsabilidad y en la responsabilidad solidaria. Si una empresa cierra, corresponsablemente su administrador debe de responder, de forma solidaria, de su actuación en la gestión de la misma. Además no recibe ningún tipo de ayuda que le evite el cierre. Pero si miramos lo que ocurre en las entidades financieras roza lo hilarante, aparte de lo increíble.

No solo no hay responsabilidad o mejor dicho, corresponsabilidad de los administradores por su mala gestión, sino que esta responsabilidad le es traspasada al ciudadano de a pie que vía impuestos va a permitir el mantener abiertas empresas (entidades financieras) claramente deficitarias y mal gestionadas.

Las entidades financieras piden el ahorro de los ciudadanos, pero no están dispuestas a pagar por él demasiado, pero sin embargo no están dispuestas a revertir ese dinero en el tejido empresarial español para que contribuya al crecimiento económico que, a fin de cuentas, le volvería a revertir en la entidad financiera de nuevo en forma de más negocio.

Tristemente uno se queda con la sensación de demasiados pecadores salen impunes y muchos justos están pagando los platos rotos. Y empleando el símil de la derrota de los equipos españoles en la Champions, ni parece ser que teníamos la mejor liga de futbol del mundo, ni parece que teníamos tampoco el mejor sistema financiero del mundo.

José Luís del Campo Villares iAhorro.com comparador de bancos