Pocas veces un número ha sido tan representativo de una situación. Ayer conocimos los datos de desempleo a cierre de 2012. No se ha llegado a los seis millones, pero es lo de menos, 5.965.000 personas, un auténtico drama que es aún mayor si tenemos en cuenta que la población activa ha disminuido en 158.800 persona; es decir crece el paro a pesar de que miles de personas abandonan nuestro país en busca de mejores oportunidades. Con casi un 10% de los hogares con todos sus miembros en paro y mucho más de la mitad de los jóvenes menores de 30 años (5%) buscando un empleo, este dato refleja la realidad económica de España.

Pero lo peor es que las perspectivas para 2013 no son buenas. Este año se perfila como una larga travesía en el desierto ya que lejos de disminuir, lo más probable es que continúe aumentando, más lentamente, pero incremento sobre un nivel ya de por si insostenible. Su efecto claro lo hemos visto en el PIB de España de este pasado año, que cae un 1,3% y "gracias" a que el sector exterior aportó un crecimiento del 2,6%, ya que la demanda interna se desplomó un 3,9%, por un lado por el mayor desempleo pero también porque los que tienen trabajo ganan y gastan mucho menos.

Y es que las perspectivas de la recuperación están basadas fundamentalmente en un concepto que será famoso: "el incremento de la competitividad", un punto muy importante pero que no puede sostenerse al menos solamente si continúan bajando salarios (el Banco de España ha vuelto a insistir en la moderación salarial y en no ligar los incrementos a la inflación), ya que el resultado será una sociedad muy empobrecida. Nos quedan además grandes ERE´s en empresas privadas (especialmente en el sector financiero) y más ajustes en el sector público, que es el que más incrementa el desempleo en los últimos meses. Cuando el primero empiece a recuperar empleo, tendremos una previsión más fiable de cuando volveremos a una situación de creación neta de puestos de trabajo.

Por tanto, las perspectivas generales, reflejan una recuperación aún lejana y con condiciones nada parecidas a las del inicio de la crisis, el año 2007, cuando había 1,7 millones de parados, un 8% frente al 26,6% del 2012. Desde luego lo más difícil de recuperar será el empleo en la construcción, donde se han perdido más de 1,5 millones de trabajadores en este sector intensivo en mano de obra cuya burbuja dio tantas alegrías en el pasado, pero muchos más disgustos actualmente. Se puede recuperar una parte, pero las perspectivas son incluso más lejanas y se basan principalmente en la reducción del enorme stock de viviendas vigente. A su vez, el parón en obras públicas por la reducción del déficit tampoco hace que se sea optimista.

Otra cara del desempleo es el descenso del número de cotizantes, que está superando las previsiones del Gobierno. Con apenas 16,4 millones de afiliados, no se alcanzan ni los dos trabajadores por pensionista (el ratio ha descendido hasta menos de 1,8) lo que disparará el déficit. Cuando conozcamos el dato al cierre del año superará los 12.000 millones de euros y obligará, como está previsto, al uso del fondo de reserva de la Seguridad Social para el pago de las pensiones contributivas, situación que no sólo será excepcional para 2013 sino que también se convertirá en normal durante los próximos años.

Pero no son las únicas "prestaciones" que se pagan, los presupuestos generales estiman una reducción del 6,3% en las distintos pagos por desempleo (contributivos, renta agraria?), aún así la cifra en 2013 alcanzará los 31.000 millones de euros, incluyendo la prorroga del plan prepara, los 400 euros que se reciben una vez finalizada la prestación.

Todo ello desvela el difícil equilibro con el que nos enfrentamos, 16,4 millones de afiliados a la seguridad frente a 13 millones de parados y pensionistas, lo que supone un enorme esfuerzo de los primeros para que con sus impuestos se pueda sostener los segundos, que están en una situación de consumo mínimo, de subsistencia cuando una de cada cinco familias vive con sus escasos ingresos por debajo del umbral de la pobreza. Un verdadero drama que exige, cada vez más, soluciones.

Antonio Gallardo, iAhorro.com. Analizar, simplifica