El acceso a una vivienda en régimen de propiedad es una posibilidad que muchas personas no pueden permitirse. El precio medio de la vivienda nueva y usada subió un 3,3% en el primer trimestre de este año, un aumento considerable, según tucasa.com. En ocasiones, el alquiler puede no ser la mejor solución si lo que se desea es establecerse y arraigarse en alguna ciudad por motivos laborales. Una fórmula intermedia interesante y que está empezando a estudiarse en España es la que se denomina ´vivienda con derecho a uso´ o ´cooperativa de cesión de uso´.

¿En qué consiste? El funcionamiento toma los rasgos diferenciales de las cooperativas tradicionales de vivienda, una de las estrellas de la economía social. La propiedad reside en una cooperativa, pero los componentes de ésta pueden vivir en ella de manera indefinida de la misma mediante un derecho de uso asequible. Se trata de una alternativa a la compra de vivienda, encarecida en los últimos meses, tal y como recoge tucasa.com.

Para ser componente de esta cooperativa sin necesidad de ser propietario se abona una cuota. En Cataluña, la plataforma Sostre Cívic promueve un modelo de cooperativa en la que dicha cuota oscila entre los 15.000 y los 20.000 euros. Posteriormente, se paga una cuota mensual cuya vocación es de ser un 50% más barato que el alquiler.

Si el usuario quiere abandonar la cooperativa o hacer un intercambio de su derecho al uso de la vivienda, se le devuelve la cuota abonada por pertenecer a dicha cooperativa, así como el gasto de las mejoras realizadas en la vivienda siempre y cuando hubieran sido acordadas con el resto de cooperativistas.

Este modelo está todavía por desarrollar en España. Sostre Cívic ha promovido edificios de propiedad cooperativa con ´derecho al uso´ en Barcelona, pero procesos de este tipo se hallan todavía en fase experimental. Una de las ventajas de este modelo sería, por otra parte, el ahorro de costes que supondría para las administraciones públicas, puesto que pasarían a sustituir al régimen de viviendas de protección oficial.

Este sistema tiene su origen en los países del norte de Europa. El conocido como ´modelo Andel´ tiene su origen en Dinamarca y posteriormente se extendió a Alemania, Suecia, Noruega y Finlandia. Ante todo, prima el componente no especulativo del mercado. Los componentes de la cooperativa son propietarios del edificio y disponen del derecho de uso de la vivienda asignada. Pagan una entrada que les es retornada si se dan de baja, y una cuota de alquiler ´blanda´ o reducida.

Este derecho de uso es intercambiable y se basa también en el compromiso del inquilino a mantener la vivienda en buenas condiciones. La habilitación de espacios públicos y de ocio, como parques infantiles y jardines, es otra de las características de un sistema que busca un urbanismo respetuoso con el medio ambiente y que promueva la interrelación entre personas.