Chedey Gutiérrez se enfrenta a una petición de ocho años de prisión. Ayer quedó visto para sentencia en Arrecife el juicio, cuya primera vista fue en Gran Canaria el pasado día 13 de febrero, contra este joven que acuchilló en su casa de Corralejo a dos amigos y a la que era su novia por entonces.

Los testigos que declararon ayer coinciden en los hechos. Dos parejas, la que formaban Irene y Chedey y Verónica y Raúl, salieron de marcha por Corralejo el 27 de marzo de 2004, en carnavales, y volvieron a casa de los primeros. Por la mañana Chedey se despierta buscando a alguien dentro de la casa. Está muy alterado.

Según su relato, había tomado cuatro o cinco pastillas de éxtasis, unos tres gramos de cocaína y una seta alucinógena. El análisis de sangre que se le practica dos días después confirma todas las drogas menos la seta. Ninguno de los testigos, por otra parte, tenía conocimiento de que Chedey tuviera la seta o de que la consumiera. Para la Fiscalía y la acusación particular no queda demostrado su consumo.

Como el acusado buscaba una persona inexistente y no entra en razón, su novia llama a su mejor amigo, Curro, que se acerca hasta la casa. Ya es de día y Curro se encuentra a su amigo con un cuchillo en la mano, le convence para que lo suelte y esconde todos los cuchillos. El acusado insulta a su novia varias veces, Curro la abraza para consolarla y en ese momento, según el relato de los testigos, "le cambia el chip".

Busca un cuchillo, le hace a Curro un corte en la cara, hiere en la mano a Raúl y acuchilla en el cuello a su novia, Irene. Antes había cerrado la puerta con llave y en un momento dado dice que de la casa sólo van a salir dos personas, Raúl y Verónica.

En el descansillo vuelve a agredir a ambos. Sobre los hechos no hay discusión, aunque Chedey dice no recordar. La cuestión central, para el fiscal Ignacio Stampa, radica en saber si Chedey se comportó así por las drogas o por los celos y cuál de las dos causas influye en la otra.

El fiscal considera que lo fundamental son los celos. La novia declaró en febrero que era una persona "muy celosa y agresiva". Su amigo Curro declara que "estaba empeñado en que la novia le engaña y por eso busca a alguien". El fiscal dice que "no hay pérdida de las facultades mentales ni de la realidad".

El médico forense que le examinó declaró ayer, sin embargo, que presentaba un "cuadro de intoxicación plena", que durante los hechos era una persona "completamente desconectada de la realidad" y que tenía anulados su conocimiento y su voluntad.

El acusado reconocía, aquel día, a las personas que estaban con él en la casa, y según la Fiscalía, tenía claro a quién quería agredir y a quién no. Además encuentra rápidamente los cuchillos, lo que el fiscal interpreta como un signo de "clarividencia".

El forense, por su parte, declaró ayer que es compatible que tenga flashes de lucidez y que llame por su nombre a su compañeros, pero que "la intoxicación le impide saber que lo que estaba haciendo está mal".

Chedey ha estado en libertad estos años. Señaló al final de la vista que su vida ha cambiado mucho desde entonces. Ingresó en el Proyecto Hombre durante un año y medio, se desintoxicó de las drogas, trabaja y tiene pensado casarse con su nueva novia. La anterior tardó 435 días en sanar de las heridas.