El Cabildo de Fuerteventura intensificará la vigilancia en la isla de Lobos para impedir que la visiten 200 personas a la misma vez y evitar así, especialmente durante los meses de verano, entre otros problemas, la alteración de las condiciones naturales de este espacio protegido. Para ello, la institución insular aplicará la norma que regula el flujo de visitantes y el control de las acampadas, que están limitadas a un máximo de tres días.

El Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de Lobos limita a 200 personas de forma simultánea su presencia en el pequeño y frágil territorio. Cuatro años después de su aprobación se pretende ahora llevar a cabo el freno a la entrada de visitantes. Para ello, el Cabildo majorero, que gestiona este Parque Natural, intensificará la vigilancia para controlar la afluencia de personas al islote y evitar que se supere la capacidad de carga establecida. Las nuevas actuaciones en la recuperación de elementos etnográficos, como las salinas, los hornos de cal o los aljibes, y la creación del Centro de Interpretación, posibilitan un atractivo turístico que incrementarán las visitas a la isla.

El Plan Rector de Usos y Gestión de Lobos, al margen de estimar la capacidad de carga, deja en manos del Patronato Insular de Espacios Naturales de Fuerteventura el número exacto de personas que pueden entrar en Lobos con el objetivo de evitar un exceso de presión sobre determinadas zonas.

El servicio de vigilancia en Lobos cuenta actualmente con apenas dos guardianes que se alternan en las tareas del servicio diario. Además, los agentes de Medio Ambiente también realizan sus funciones en el pequeño islote, especialmente cuando llega la campaña de la pardela o cuando tienen indicios de que se comete algún que otro delito contra la flora y fauna o de alteración del territorio.

Las excursiones a Lobos parten cada día desde el muelle de Corralejo. Tres embarcaciones, El Majorero, Isla de Lobos y el Celia Cruz realizan varios viajes con turistas. A estas embarcaciones hay que sumarles algunas otras procedentes de la isla de Lanzarote, que, si bien no atracan en el diminuto muelle para desembarcar turistas, sí fondean en las inmediaciones y algunos visitantes suelen llegar a tierra para recorrer el islote. También, en especial los fines de semana, numerosos barcos particulares se acercan hasta Lobos para disfrutar los encantos naturales que atesora en su territorio.

El Cabildo insular de Fuerteventura también pretende continuar controlando las acampadas, que se encuentran en estos momentos limitadas a 40 personas de forma simultánea durante un tiempo máximo de tres días por cada campista.