Los padres los llaman barracones. La Consejería de Educación, aulas preindustrializadas. Lo cierto es que a los padres les ampara la razón. Más de cuatro años han tenido que soportar la comunidad educativa del CEIP La Hubara que sus hijos estuvieran estudiando en unas infraestructuras metálicas, sin posibilidad de realizar actividades complementarias y con infraestructuras exteriores carentes de un techo. Fue la política del barracón que condenó el Gobierno de Canarias a Fuerteventura, convirtiéndola en la isla del Archipiélago que acoge el mayor número de estas infraestructuras como aulas. Fue también la época de un crecimiento desmesurado de la población.

En octubre de 2008 comenzaron a instalarse los barracones que fueron alquilados a una empresa por Educación. Cuatro años más tarde, se apareció la luz con el nuevo centro.