El teniente Agustín Gras Baeza, mutilado por una bomba en Afganistán el 18 de junio de 2011 y que formaba parte de la Brigada de Infantería Ligera Soria número 9, con base en Fuerteventura, podrá reiniciar su carrera militar e incluso ascender tras aprobar el Ministerio de Defensa una orden que regula la reincorporación al Ejército de militares heridos y mutilados en acto de servicio en el exterior.

La orden ministerial, según señaló en el Senado el titular de Defensa, Pedro Morenés, supone un primer paso para reincorporar a los militares heridos, "que aportarán reconocimiento y sustento a la vocación de sus compañeros". De hecho, Morenés, que había mantenido el pasado 25 de enero una reunión con el presidente de Melilla, de donde es originario Gras Baeza -que recibió junto al soldado melillense Ibrahim Maanan la Medalla de Oro de la ciudad autónoma- le había adelantado que su departamento trabajaba en una norma que permitiera el regreso a los militares mutilados a sus unidades.

La norma, publicada en el Boletín de Defensa, abre por tanto la puerta a oficiales como Agustín Gras, que había expresado su deseo de volver a la disciplina militar, un hecho que le estaba vedado con la normativa que ahora reformará el Gobierno de España para contemplar también el ascenso y las retribuciones de estos militares heridos. Sin embargo, en este último punto debe estudiarse la compatibilidad de recibir una pensión por invalidez con la retribución como militar.

Gras Baeza, de 29 años de edad, incluso había escrito un artículo en el periódico La Razón el 5 de febrero, en el que expresaba su intención de reincorporarse al Ejército y no dar por terminada su carrera militar por haber sufrido la mutilación del pie y de 30 centímetros de la pierna izquierda. El teniente señalaba que la preparación de un oficial de Infantería incluye la formación física, táctica, técnica y moral, por lo que expresaba que, salvo la física, podía continuar con el resto de la formación. "De lo que no tengo ninguna duda", exponía en su artículo, "es de que fue únicamente la pierna, no la cabeza ni la ilusión, lo que perdí en aquel polvoriento camino de Afganistán".