Las costas majoreras recibieron un nuevo cadáver de una tortuga laúd que fue localizado por vecinos y turistas en el litoral de Corralejo. Es la cuarta aparición de esta especie registrada en los meses que han transcurrido de este año.

El cuerpo del animal se encontraba encallado en el litoral de la citada localidad turística, concretamente en una de las playas ubicadas al pie del paseo marítimo de Corralejo. Las labores para retirar el cadáver fueron complicadas debido a las grandes dimensiones del animal, que una vez trasladado a la Estación Biológica de La Oliva, donde próximamente se realizará la autopsia, resultó contar con unas medidas de 1,80 metros de largo y cerca de 170 kilogramos de peso.

Tras el hallazgo, fueron los agentes y vigilantes de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura quienes se encargaron de controlar la situación. Aunque la causa de la muerte de la tortuga no se conocerá hasta obtenerse los resultados de la necropsia que realizará un equipo veterinario especializado, la cabeza del animal presentaba una serie de lesiones de gran tamaño.

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo, que dirige Natalia Évora, coordina las actuaciones de los agentes y vigilantes entre otras materias, en lo que respecta a la fauna accidentada. "Es importante la coordinación existente entre las fuerzas de emergencia y seguridad y la propia ciudadanía para proteger nuestros valores naturales, concretamente para defender la biodiversidad marina animal y vegetal que existe en Fuerteventura", señaló Évora. Además, añadió, que "en este caso el animal se encontraba sin vida y no fue posible hacer nada, pero el análisis de su cuerpo nos dará valiosa información sobre las causas de su muerte y por lo tanto nos permitirá luchar en el futuro para evitar estos peligros".