El hallazgo casual de restos de una vasija en el entorno de la playa de La Concha, en el pequeño islote de Lobos, ha posibilitado el descubrimiento de un yacimiento arqueológico que pudiera datar de hace 2.000 años y que demuestra la presencia de los romanos en esta diminuta isla al norte de Fuerteventura.

Unos usuarios de la citada playa localizaron entre la arena unos trozos de una vasija de cerámica, así como numerosos restos de moluscos. Ante el hallazgo pusieron los hechos en conocimiento del vigilante de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura que a su vez trasladó a sus superiores el descubrimiento.

Inicialmente, técnicos del departamento insular de Patrimonio Histórico y de Medio Ambiente se desplazaron al islote para valorar in situ la situación y determinar las actuaciones a emprender. Tras comprobar la existencia de restos de cerámica y de diversos materiales marinos que demostraban la presencia humana en la zona, se procedería al vallado para delimitar la zona y evitar el tránsito de personas y usuarios a la playa o al propio islote.

El pasado jueves un grupo de arqueólogos regresó de nuevo a la zona para profundizar en el estudio de los elementos arqueológicos hallados. Todo hace indicar, a falta de información oficial, que se trata de un conchero "con presencia de muchos restos de carnaillas, un molusco que utilizaban los romanos para fabricar el color. Esto demuestra la presencia de los romanos en esta isla", señalaron a este periódico fuentes próximas a la investigación. Además, añadieron que con este nuevo hallazgo "se podrá avanzar en los estudios de las culturas antiguas y su relación con los aborígenes canarios".

El islote de Lobos podrá, al margen de sus encantos naturales, ofrecer a sus cientos de visitantes un nuevo atractivo con el descubrimiento de este yacimiento arqueológico.