Antonio Jiménez del Valle (Güímar, 1962), conocido como Toño el Fruti, es un apasionado de la agricultura ecológica que compagina con su innata e infinita pasión por el mar. Ecologista convencido, su aspecto es similar a un solitario lobo de mar o a un pirata del Caribe, pues encaja dentro de ambos perfiles. Muestra un rostro marcado por los efectos del sol tanto en la gavia como por el salitre, pero sus ideas y convicciones de un planeta limpio y acogedor le empujan hacia la aventura de unir las islas del Archipiélago canario a bordo de La Pardela Cenicienta, un híbrido de kayak de construcción doméstica.

La travesía prevista era de 315 millas para demostrar su rechazo, y el de sus compañeros del Movimiento Ciudadano contra las prospecciones petrolíferas, a los sondeos que se pretenden realizar frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote. Sin embargo, las normas de seguridad marítima para este tipo de travesías determinan unas serie de normas, tales como permisos, embarcaciones de apoyo o medios humanos difíciles de cumplir por el Fruti y sus seguidores. Por ello, para cruzar de isla en isla se verá obligado a usar el ferry de las líneas marítimas, pero una vez que llegue a puerto recorrerá todo el perímetro del litoral de cada una de los territorios insulares. Y así, isla tras isla hasta completar su aventura.

Plataformas

El Movimiento Ciudadano No Petroleras-Sí Renovables denunció ayer que "para que pueda cruzar el océano con su artilugio, el Fruti necesita más permisos que los que le piden a la empresa petrolífera Repsol para instalar sus plataformas en las islas".

La bahía de Puerto del Rosario fue el marco elegido por Toño para presentar su aventura solitaria, "pero solidaria con todos los que nos oponemos a la contaminación del mar, a que se hagan las prospecciones cerca de nuestras playas. La era del petróleo está llegando a su fin, pongamos las miras en las energías renovables, infinitas, naturales: sol, viento y mar. Por lo menos aquí en nuestra tierra canaria", señaló ayer cuando posaba para los medios junto a su artilugio flotante.

El navegante majorero tiene previsto salir desde La Graciosa el próximo 27 de julio a primera hora de la mañana y completar su aventura el 4 de agosto en la isla de El Hierro. Una aventura no exenta de cierto riesgo, aunque el navegante isleño tiene a sus espaldas muchas horas de navegación tanto en solitario como en grupo, entre cuyas travesías destacan las nueve vueltas en kayak a la isla majorera.

El aventurero dio a conocer durante la presentación de travesía algunos detalles de La Pardela Cenicienta. Se ha construido íntegramente a mano y con muchos materiales reciclados, como tablas de surf, botavaras, mástiles o velas de windsurf. "Dispone de dos estabilizadores a ambos lados con dos tablas de surf y mucha imaginación, para fijarlo al casco principal", señaló Jiménez, quien añadió que "además de tener vela mayor como un velero, cuenta con un foque; ambas velas se gobiernan desde el asiento del kayak, que además nos sirve para pedalear en caso de poco viento".

Dado la complejidad de la iniciativa, los promotores han solicitado la colaboración vecinal en cada una de las islas adonde llegue Toño.