Belinda de León, Araceli Ruiz, Mar Castañeyra, Rosa Delia Barrios, Conchita Padrón, Tere de León, Lidia Ruiz, Blanqui Hernández, Loli Darias, Clara Nóbrega, Laura Rodríguez, Fátima Velázquez o Blanquita Padrón son algunas de las antiguas alumnas de la profesora Encarna Castañeyra de la Fe que ayer se enfundaron su licra, el chándal, la camiseta blanca y las zapatillas de deportes para participar en el homenaje a su antigua maestra de gimnasia. Todas regresaron al mismo escenario, la cancha del Oasis, donde hace años practicaban deporte y gimnasia sueca.

Un reguero de recuerdos y anécdotas afloraron entre las exalumnas de la señorita Encarna al reencontrarse después de varios años, pues incluso algunas, como Chely de León o Chon Guardiet, se desplazaron desde Madrid y Tenerife, respectivamente, para participar en esta iniciativa que atrajo a mucho público hasta las gradas del Pabellón Municipal capitalino.

Encarna Castañeyra fue durante muchos años profesora de gimnasia en el Colegio Sagrado Corazón y Santo Tomás de Aquino. Es sin lugar a dudas un personaje ilustre de la historia reciente de Fuerteventura. Ha sido la primera mujer en la historia en ostentar el cargo de consejera del Cabildo y de concejala en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario. También fue la primera mujer de Canarias en obtener el título de piloto de avión en junio de 1960. Licenciada en Derecho, fue juez en Fuerteventura durante cinco años. Su faceta como promotora del deporte y la actividad física es también legendaria.

El evento de anoche se ha convertido en uno de los actos más relevantes de las fiestas en honor a la Virgen del Rosario, patrona de la capital. El humor, el desparpajo y la camaradería de las 52 exalumnas de Encarna que participaron en la iniciativa quedaron patentes durante y después del acto. Cuatro décadas de mujeres que han pasado por las clases de gimnasia de la exprofesora. Desde la más veterana, Juana Jesús Morales, con 71 años, hasta un rosario de cincuentañeras que no quisieron perderse el evento. Eso sí, todas llevaban adherida a sus camisetas una pegatina con la leyenda de "Yo soy alumna de la señorita Encarna". Era el mejor reconocimiento a la labor de una mujer que se ha entregado en cuerpo y alma a la isla de Fuerteventura desde todas las facetas de responsabilidad que ha ocupado.

En el centro de la pista, una Encarna rejuvenecida, pues la edad para ella sigue siendo "un asunto de Estado", usaba el pito, como antaño, para alertar y dirigir a sus exalumnas en los diferentes ejercicios. Primero, ordenó a las chicas alinearse estirando sus brazos, luego los ejercicios de calentamiento y, posteriormente, los pases y marchas deportivas a lo largo de la cancha deportiva ante los aplausos de un público entregado. Eso sí, la señorita Encarna demostró en algunos momentos tener más elasticidad sobre el parqué que algunas de sus queridas exalumnas, aunque tuvo el detalle de piropearlas: "Están todas estupendas. Ahora vamos a dar una pequeña clase para recordar los viejos tiempos".

Chely de León no pudo reprimir su emoción, no solo por el reencuentro con sus excompañeras de clase "sino por lo que representa la señorita Encarna para todos nosotras. Ha sido un detalle rendirle este homenaje más que merecido porque nos enseñó a amar la gimnasia y el deporte".

El colofón final lo pusieron las exalumnas, con los regalos que le entregaron y al dibujar con su cuerpo un mosaico con la inscripción "Viva la señorita Encarna".