En el pueblo del Almácigo, municipio de Puerto del Rosario, se levanta de nuevo la molina de mayor altura de Fuerteventura, con más de 8 metros de longitud en su torre, y las aspas más grandes en este tipo de estructuras. El personal del departamento de Obras Públicas del Cabildo majorero completó ayer el montaje con los carpinteros especializados de este inmueble, que dejó de funcionar hace 20 años.

Esta construcción se encontraba en desuso desde hace dos décadas por lo que su recuperación ha necesitado de un minucioso trabajo de restauración de sus elementos de hierro y madera. Una labor que se llevó a cabo durante varios meses por encargo de la institución insular en el taller que regenta el carpintero majorero Domingo Molina.

Las piezas de madera originales que se han recuperado en este proyecto, así como las de metal, mientras que han necesitado ser reproducidos íntegramente parte de las aspas, varias maderas y tornillos de la torre. En cuanto a la rehabilitación del edificio de la molina, los trabajos fueron realizados directamente por trabajadores de la Consejería de Infraestructuras del Cabildo. El personal de la Corporación se ocupa también del ensamblaje de la maquinaria, tales como torre, aspas y maquinaria de molturación, de la instalación del capacete para cerrar definitivamente la cubierta del edificio y de la rehabilitación del entorno.

El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, subrayó la importancia de este elemento industrial, "no sólo es la mayor molina de la Isla, sino que se da la circunstancia de que es la única que contaba con dos piedras de moler gracias a un dispositivo que permitía disponer también en el mismo lugar de un motor convencional. Cuando no había viento y durante los últimos años que estuvo en servicio funcionaba con el motor ".

Molinos hembra

La citada infraestructura ha estado ubicada en tres localidades distintas. " Primero estuvo en La Ampuyenta, luego se trasladó hasta El Cotillo y finalmente fue recuperada e instalada en El Almácigo, su actual emplazamiento", señaló Cabrera. Además, añadió, que "se da la circunstancia que en El Almácigo también hay otra molina, la más pequeña de la Isla, gracias a una ingeniosa adaptación de un antiguo molino de mano, y también se planean su restauración".

Por su parte, la consejera de Obras Públicas, Edilia Pérez, señaló que esta rehabilitación " forma parte de un programa más amplio, que gradualmente nos está permitiendo recuperar una veintena de molinos y molinas. Una vez acabada, los propietarios se comprometen a mantener la estructura y facilitar las visitas".

La actuación incluye también la recuperación del almacén de la molina, donde se conserva al piedra de moler y todos los utensilios. La molina de El Almácigo cuenta, junto a otros 23 molinos de la Isla, con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC).

Las molinas o 'molinos hembra', menos comunes que los molinos, son un elemento arquitectónico cuyo uso se extendió durante décadas en el entorno rural, debido a que su uso o alquiler era fundamental en el economía de la Isla.