Precaución. Este es el termino usado por el Departamento de Fauna de la Consejería insular de Medio Ambiente ante el importante transito de personas en el territorio insular, bien para el uso de la red de senderos como en los espacios naturales o en estas fechas de Semana Santa, ante el periodo de cría de las distintas especies de aves que habitan en la isla, como el caso del guirre o las especies esteparias como la avutarda o hubara. Ante esta situación, el Cabildo ha instalado señales en las zonas donde anidan las aves protegidas.

La llegada de la primavera acoge la época de puesta y la fase crítica de incubación. Por ello, desde la institución insular se hace un llamamiento público para que se extremen todas las precauciones posibles para no interferir en las zonas donde se encuentran los nidos y evitar que los progenitores abandonen el mismo antes de la eclosión de los huevos.

De todas las especies de aves asociadas a la Isla majorera, cinco de ellas están catalogadas como en peligro de extinción. Se trata de la hubara canaria (Chlamydotis undulata), el cuervo majorero (Corvus corax canariensis), el halcón Tagarote (Falco pelegrinoides), el guirre (Neophron percnopterus) y la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris).

La consejera de Medio Ambiente, Natalia Évora, señaló que "existe una señalización específica instalada en el entorno de senderos y espacios naturales que indica los periodos de cría de las aves más vulnerables. Es muy importante extender entre la población la concienciación de que hay que respetar estas señales en las fechas indicadas, puesto que la supervivencia de nuestras aves más emblemáticas como el guirre y la hubara, así como de otras muchas, depende de su éxito reproductivo".

Una de las especies más vulnerables es el guirre. Desde comienzos de marzo y principios de abril se inicia el proceso de puesta e incubación de esta especie protegida, que se extiende hasta los meses de mayo y junio. Esta época es crucial para la supervivencia de la especie animal endémica más representativa de Fuerteventura.

Con el objetivo de proteger las zonas de anidamiento y cría, la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura ha instalado señalización específica en aquellos senderos y áreas donde los especialistas han detectado las zonas de cría del guirre, como el Volcán de Gayría o el Barranco de La Torre, entre otros.

La consejera Natalia Évora considera necesario " solicitar a la población que evite transitar por aquellas zonas que cuenten con esta señalización, pues la perturbación en el medio durante la fase de incubación puede perjudicar el nacimiento de la cría. El guirre es un animal que normalmente pone un solo huevo, de manera que la supervivencia de los pollos es un asunto fundamental para la estabilidad de la especie".

Otro de los peligros que acecha al campo majorero es la presencia de personas paseando a sus perros sin ningún tipo de control, especialmente en zonas protegidas o Reservas de Caza con el consiguiente perjuicio a las especies que actualmente se encuentran nidificando. La Consejería de Medio Ambiente también recomienda a estos propietarios mantener a sus mascotas alejadas de las zonas de cría de aves, especialmente hasta mediados de julio.