A pesar de su diminuto cuerpo, con tan solo 8 gramos de peso y escasos cien milímetros de longitud, ayer se convirtieron en estrellas para un grupo de escolares. Los rayos de sol que abrazaban el malparís de Guriamen, en el municipio de La Oliva, daba la bienvenida a su hábitat natural a los tres ejemplares de musaraña canaria (Crocidura canariensis) que fueron liberados por la Consejería insular de Medio Ambiente. Esta iniciativa forma parte de un estudio llevado a cabo durante seis meses por especialistas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) para determinar la reproducción en cautividad de esta especie endémica en la isla.

El trampeo de ejemplares a finales del pasado año logro la captura de 15 individuos, de los que resultaron cuatro parejas formadas en cautividad. El resultado de los apareamientos fueron 12 crías nacidas en tres partos, que en próximas fechas se comienzan a liberar en sus respectivos hábitat junto a los ejemplares adultos. La cría de la musaraña se llevó a cabo en las instalaciones del Cabildo de Fuerteventura en la Estación Biológica de La Oliva.

Como resultado de esta investigación, llevada a cabo por un equipo científico compuesto por dos biólogos, Néstor López y Claudia Schuster, dirigidos por el profesor de la ULPGC Luis Felipe López Jurado, se han localizado nuevos territorios en los que habita esta especie amenazada y catalogada en la categoría de ´vulnerable´, y se han localizado las posibles amenazas a tratar en un próximo proyecto de conservación.

Las principales amenazas de las musarañas se centran en aves rapaces como la lechuza común y el cernícalo vulgar, sin descartar la gaviota que ha ocupado grandes zonas en el interior del territorio majorero . También es presa de gatos domésticos y asilvestrados, animales que se han convertido en un grave peligro no solo para las especies protegidas sino en general.

La consejera insular de Medio Ambiente, Natalia Évora, intervino en esta actividad, indicando que este proyecto "supone un interesantes acercamiento a una especie que habita únicamente en Fuerteventura y Lanzarote y que, aunque se sabe de su existencia en Canarias desde antes incluso de la llegada de los primeros pobladores humanos, es poco conocida". Además, añadió, que " dada su situación de vulnerabilidad, se ha llevado a cabo una investigación que arroja nuevos datos sobre la especie, y que servirá para llevar a cabo un Plan de conservación, ahora que se ha constatado su capacidad reproductiva en cautividad".

Los especialistas han observado que come casi cualquier tipo de invertebrados y sus larvas. Así mismo, es capaz de capturar y comer al pequeño lagarto atlántico Gallotia atlántica, que vive las islas. Como novedad en este estudio se ha constatado que se alimenta también de carroña.

La distribución de la musaraña canaria en Fuerteventura se asocia principalmente a un clima árido, en zonas pedregosas con humedad como los fondos de barrancos o los malpaíses y lava con poca o ninguna vegetación.