Un grupo de ornitólogos ha avistado varios días en el barranco de La Torre, en Fuerteventura, una carraca abisinia, un ave de gran colorido propia del Sahel que hasta ahora jamás había sido hallada en España y de la que no hay constancia de que migre fuera del continente africano.

El primero en avistar esta ave de la familia de las Coriciidae fue el francés Alain Pataud el pasado 9 de junio.

Tras difundir el hallazgo en foros de internet especializados para ornitólogos y observadores de aves, Pataud pudo comprobar que no se trataba de una carraca europea, como en un primer momento pensó, sino de su pariente abisinia.

En los siguientes días, un grupo de amantes de las aves se dio cita en el lugar y consiguió ver el ejemplar en varias ocasiones, hasta el día 17 de junio, fecha en la que le perdieron la pista.

Uno de ellos fue el ornitólogo majorero Marcelo Cabrera, colaborador de SEO/BirdLife que lleva años estudiando el comportamiento de las aves sedentarias de Fuerteventura y las que toman la isla como lugar de descanso en sus rutas migratorias.

Cabrera ha explicado a Efe que las carracas abisinias suelen medir entre 28 y 30 centímetros y lucir un vistoso colorido verde con tonos azul añil que contrasta con los marrones y oscuros en la parte superior de las alas, aunque uno de sus rasgos más destacados se encuentra en su cola, en concreto en las plumas caudales externas, de hasta 12 centímetros en los adultos.

Es precisamente esta última característica la que ha permitido diferenciar al ave vista en Fuerteventura "de especies parecidas como la carraca europea, observada muchas veces en la isla en su paso migratorio", explica este ornitólogo.

Según BirdLife International, la carraca abisinia habita en África y su presencia se distribuye desde Etiopía a Senegambia (banda del Sahel), incluyendo Kenia, Somalia y el centro de Arabia.

Las poblaciones al sur de la banda del Sahel, explica Cabrera, "son sedentarias, mientras que al norte pueden adentrarse en el desierto en desplazamientos cortos o volar hacia el sur durante estaciones secas en busca de lugares más húmedos".

Por ello su presencia en Fuerteventura ha cogido por sorpresa a los ornitólogos, ya que esta "es la primera cita de la carraca abisinia en Canarias, España y posiblemente en Europa", subraya Marcelo Cabrera.

Sí que existen referencias de posibles avistamientos en zonas cercanas al archipiélago canario, como Marruecos y Mauritania, aunque "han sido pocos y dudosos", según la información que manejan los expertos del Comité de Rarezas de SEO/BirdLife.

Cabrera se muestra cauto a la hora de hablar del cambio climático como posible causa del desplazamiento de la especie hacia Canarias, porque el archipiélago es un territorio que "no ha dejado ni dejará de recibir y perder aves a lo largo de su historia natural".

En cambio, este ornitólogo cree que este avistamiento responde a un caso de un ave "divagante" en esta región, muy alejada de su área de distribución, incluso de los desplazamientos habituales.

Y no es la primera vez que aves divagantes provenientes del Sahel se dejan ver por Canarias. En Rosa de Catalina García, muy cerca del barranco de La Torre, se pudo observar durante los meses de noviembre y diciembre de 2011 un ejemplar adulto de calamoncillo africano.

Para Cabrera, el desplazamiento de la carraca pudo deberse a cuestiones meteorológicas, como una tormenta o unos vientos que la desorientaron durante sus movimientos por el continente africano.

El pasado 20 de octubre, Marcelo Cabrera volvió a toparse con un ejemplar de carraca en la localidad de Tarajalejo, a unos 30 kilómetros del lugar donde se vio por primera vez.

"Todavía estamos intentando dilucidar si es la misma ave avistada en el barranco de La Torre en junio", añade este estudioso de las aves, que cree que "será muy difícil" volver a ver a esta especie en Fuerteventura, "al menos en su estado más salvaje". EFE