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Los burros de Jandía suplican ayuda

Los animales semisalvajes de Morro Jable se hallan desatendidos

Los burros pastan por la avenida del saladar de Jandía y suponen un peligro. LP / DLP

Los burros semisalvajes del Sur están desprotegidos. Deambulan diariamente más allá de los límites de Cofete, Valle de Vinamar, Esquinzo y Butihondo. Varios incidentes han tenido lugar en fechas recientes en Morro Jable. Enfermos y al amparo de nadie suponen un peligro para la población y los turistas, pero también para sí mismos.

"He llamado al Cabildo de Fuerteventura y al Ayuntamiento de Pájara advirtiendo de posibles accidentes o incidentes con estos animales salvajes o semisalvajes, que andan abandonados a su suerte sin agua, ni comida", relata José Juan Espino, turista fial al municipio de Pájara.

Los riesgos a los que Espino hace referencia son múltiples y variados: "desde accidente con atropello por vehículos con la particularidad del daño al animal y posibles daños al vehículo o a su propietario". "También me preocupa una posible reacción de los animales al sentirse atacados y morder a alguien, como casi ocurrió a un familiar mío", añade.

"Los animales", continúa Espino, "están expuestos al maltrato por parte de algún humano, turista o residente, sobre todo por las noches. Otra es la posibilidad de envenenamiento al comer alimentos en mal estado de la basura". Este es un hecho muy frecuente ya que la falta de pastos en las montañas provoca que los animales se desplacen hasta la urbe, no sólo para rebuscar en los contenedores, sino que además ingieren el césped de los jardines municipales y complejos turísticos.

"Este mes han aparecido varios, uno enfermos y otro con una fractura en una pata. Tendríamos que preguntarnos cuantos habrán ocurrido anteriormente", agrega José Juan. Otro de los sucesos que denuncian algunos vecinos, es el robo de las crías de los asnos majoreros para su posterior venta en esta y otras islas.

Según los vecinos el Ayuntamiento de Pájara, y el veterinario ya están al corriente de los hechos.

Para algunos miembros del Consistorio sureño -afirma José Juan- estos animales son una "atracción turística". Y se defienden apostillando: "hace mucho tiempo que ocurre y están semisalvajes por el municipio".

El problema que supone la dejación del cuidado de estos animales 'protegidos' ya salió a la palestra en 2008, cuando en un reportaje en LA PROVINCIA, se puso de manifiesto los altercados que la especie había causado en los alrededores.

El entonces alcalde del municipio de Pájara, Rafael Perdomo, reconoció que la especie se debía proteger, pero que la solución no era fácil. En ese momento se planteó la posibilidad de instalar comederos en las faldas de las montañas para evitar que bajasen hasta Morro Jable. Comenzando su cuarto mandato en el Consistorio sureño, Perdomo parece no haber encontrado aun las medidas idóneas para resolver la crisis de los burros deambulantes.

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