"Todavía no logro conciliar bien el sueño. Durante la noche me despierto varias veces y veo el fuego acercarse. Pasé mucho miedo". Mari Luz González Santana es una de las once personas heridas durante los fuegos artificiales celebrados el pasado viernes en el pueblo de El Cotillo con motivo de la celebración de las fiestas patronales en honor a la Virgen del Buen Viaje. Los afectados recibieron quemaduras leves en diversas partes de su cuerpo aunque fueron evacuados a diversos centros sanitarios de la Isla e incluso al Hospital General 'Virgen de la Peña'. También sufrieron las consecuencias de los voladores tres viviendas.
Mari Luz, conocida cariñosamente como Maruca, es una persona muy conocida en la isla, no solo por el prestigio de la familia a la que pertenece sino por su trabajo en el Hospital majorero donde desempeñó su labor como auxiliar de Enfermería en las Consultas de Digestivos. Hace dos años y medio que se jubiló, aunque continúa fiel a su cita anual con las fiestas de su pueblo: El Cotillo.
Esta mujer majorera sufrió quemaduras en la pierna derecha tras impactar en su miembro inferior los restos de los voladores. Todavía cubre con unas vendas las heridas, "una más profunda que otra pero parece que evolucionan de forma favorable. Tras las curas iniciales que me hicieron en el Centro de Salud ahora ya me estoy curando sola y parece que todo va bien".
"Desde junio vivo en El Cotillo, pueblo originario de mi familia. Aquí estaba con mis hijas Flor y Carmen Delia y mis nietos, así como el resto de la familia. Me gustan los actos de la fiesta y decidí como en otros años acudir a ver los fuegos artificiales", añade Maruca. también, apunta que "nunca pensé que fuera a ocurrir una cosa así. Pudo haber sido una autentica tragedia".
Esta mujer majorera bajó desde su casa para disfrutar del espectáculo pirotécnico. "Todas las calles estaban colapsadas de tanta gente que me impidieron colocarme donde lo hago habitualmente. Logré situarme en la avenida de la zona norte del pueblo por donde se encuentra el Risco Alto. Al poco tiempo de comenzar los fuegos, vimos como cambiaban de rumbo los petardos. En lugar de dirigirse al mar lo hicieron al pueblo y a la zona donde me encontraba. Fue terrible porque se vivieron momentos de autentico pánico".
Maruca saca a relucir sus creencias religiosas tras comprobar que lo que pudo haber sido una autentica tragedia se convirtió tan solo en un susto. "Gracias a Dios que mis hijas Flor y Carmen Delia, así como mis nietos, se quedaron en la playa y no vinieron conmigo".
También, recuerda, como al inicio de espectáculo pirotécnico: " Los fuegos se dirigieron hacia donde estaba la gente y las casas. Las chispas nos cayeron encima y todo el mundo comenzó a correr. Un hombre que estaba hospedado con su familia en casa del exalcalde de Puerto del Rosario, Eustaquio Santana, nos gritaba que entráramos para refugiarnos del fuego al observar que estábamos heridas".
La situación de pánico que se generó entre los vecinos y turistas fue mayúsculo. La gente corría despavorida y sin control en busca de un refugio mientras las bolas de fuego se acercaban a las viviendas. "A empujones entramos en la casa de Santana y allí nos atendieron de las quemaduras. El personal de Cruz Roja nos atendió allí mismo y luego ya me evacuaron al Centro de Salud de Corralejo. La verdad es que me cuesta mucho recordar aquella pesadilla. Nunca había ocurrido en El Cotillo una cosa así. Las fiestas pudieron acabar en tragedia pero la Virgen del Buen Suceso, nuestra Patrona, nos protegió del peligro al que estuvimos expuestos".
Maruca no logra desterrar el terror que vivió durante la noche del pasado viernes. "Fueron momentos de autentico pánico. No sabíamos lo que estaba pasando. La desbandada de la gente originó situaciones de autentico miedo y terror a través de los callejones y pequeñas calles del pueblo, totalmente abarrotadas de personas. Si llegan a tirar otro petardazo hubiera sido un autentico desastre". También, aporta, que "intento olvidar lo ocurrido pero de momento no puedo. Pensar que vienes a disfrutar de las fiestas de tu pueblo y te pasa esta tragedia no es fácil borrarlo de tu memoria, pero me imagino que con el tiempo irá pasando. Lo mejor de todo es que los heridos solo fueron leves y que no hay que lamentar la pérdida de vidas humanas".
Junto a Maruca resultaron afectados otras personas, algunos de los cuales pertenecen a miembros de familia de Tenerife y Gran Canaria que disfrutaban de sus vacaciones en el citado pueblo marinero.
Uno de los casos más llamativos lo protagonizó un bebé en cuyo cochito impacto uno de los voladores. La fortuna se alió con esta familia majorera ya que en el momento de la explosión, el padre del pequeño, David Marichal, tenía cogido en brazos a su pequeño hijo y evito una autentica tragedia en caso de que el bebé se hubiera encontrado en el interior del carromato infantil en el momento del impacto del artificio pirotécnico.
Investigación
La Guardia Civil continúa investigando lo ocurrido durante la celebración del espectáculo pirotécnico en las fiestas de El Cotillo para esclarecer las causas que motivaron el suceso.
Los agentes del instituto armado, pertenecientes al Servicio de Intervención de Armas de Puerto del Rosario, aunque no ha trascendido las conclusiones del informe policial, apuntan hacía un error de calculo por parte de los técnicos de la empresa de pirotécnica encargada del lanzamiento de los artificios y a la orientación de los tubos de lanzamiento, según señalaron a este periódico fuentes oficiales y cercanos a la investigación.
Una vez que concluyan el informe policial, las conclusiones del mismo será entregado en los Juzgados de Puerto del Rosario, donde el juez deberá determinar el grado de inculpación o no de los técnicos y la responsabilidad civil del Ayuntamiento de La Oliva y de la Comisión de Fiestas de El Cotillo.
Los vecinos han puesto en entredicho las medidas de seguridad establecida por el Ayuntamiento de La Oliva para este evento popular. A pesar de que se presentó en la Junta de Seguridad un Plan de Autoprotección, sus recomendaciones no fueron llevadas a la practica y no se establecieron los anillos de seguridad.
