La abuela de Fuerteventura ya está en libertad. A los gritos de "¡Se nota, se siente, Josefa está presente!" y "¡Sí se puede, sí se puede!", por parte de los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Lanzarote (PAH) que acudieron a recibirla, Josefa Hernández Goez salió de la prisión de Tahíche en torno a las cinco y media de la tarde de ayer después de tres días y medio ingresada en ese centro penitenciario, desde el lunes.

Josefa abandonó Tahíche acompañada de dos de sus hijas y del alcalde de Betancuria, Marcelino Cerdeña, en medio de una gran emoción. "No tengo palabras para agradecer tanta felicidad", declaró Josefa tras confirmar que se encuentra bien y que la han tratado "superbien tanto en el módulo de mujeres como los funcionarios". Añadió que "estos días me han apoyado mucho y los presos de otros módulos me han mandado firmas", aseguró la mujer mientras trataba de contener las lágrimas entre aplausos y con un ramo de flores en la mano que le había entregado la PAH.

"Me voy muy contenta. Gracias a todo el mundo y, en especial, a Andrés [en referencia al consejero de Podemos en el Cabildo majorero Andrés Briansó] porque podré ver a mis nietos. A ver si es verdad que me dan el indulto", dijo Josefa en medio de una marea de periodistas. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, adelantó el martes que el Consejo de Ministros concedería hoy el indulto a la matriarca de los Hernández y calificó de "absurda" su situación.

La puesta en libertad de Josefa ha sido posible después de que la pasada jornada la Audiencia Provincial de Las Palmas revocara el auto de la juez del Juzgado de lo Penal Nº2 de Puerto del Rosario que ordenó su encarcelamiento para que cumpliera la condena de seis meses, por un delito contra la ordenación del territorio, por ampliar su vivienda en el Parque Rural de Betancuria y no haberla derribado aún, tal y como le había condenado en firme la sentencia de 30 de marzo de 2012.

Josefa alegó que no había tirado lo edificado ilegalmente porque no tenía recursos para irse a vivir a otro lugar con sus tres nietos menores de edad y dos de sus hijos con los que comparte techo. En cambio, sí pagó la multa de 700 euros que le impuso la Justicia.

Ahora, la empresa del Gobierno de Canarias Viviviendas Sociales Canarias (Visocan) le ha ofrecido temporalmente un piso de tres dormitorios, construidos en una promoción de renta libre, en la capital majorera para que Josefa pueda alojarse con sus nietos y sus hijos hasta que sea posible buscarle un alojamiento en Betancuria, el municipio en el que desea seguir.

La decisión de la Audiencia Provincial de Las Palmas tiene como condiciones que Josefa tire su casa en un plazo de seis meses y no cometa delito alguno durante los próximos cinco años. La Fiscalía de Las Palmas pidió suspender la condena hasta saber si el Consejo de Ministros la indultaba o no y recurrió el martes la orden de ingreso en prisión en un recurso que ahora ha aceptado la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas..