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La resaca del temporal Fuerteventura

Los agricultores majoreros celebran la llegada de la lluvia

Los hombres del campo vaticinan más precipitaciones durante este invierno

El territorio majorero presenta una estampa poco habitual en una tierra marcada por la aridez. Las lluvias caídas han transformado el campo insular con gavias, maretas y nateros totalmente anegados. Dentro de algunos días, la isla aparecerá cubierta por un manto verde que despertará el interés de los propios majoreros.

Las lluvias caídas durante los últimos días en Fuerteventura han sido recibidas con la lógica alegría por los hombres del campo, que consideran que las precipitaciones han sido una bendición para el territorio insular, acostumbrado a la aridez y a la desertificación. Al margen del agua caída, la buena noticia es la bondad de las lluvias, que no han causado estragos en el campo. Al contrario, su llegada ha originado que gavias y presas secas hayan acogido un buen caudal y hacen presagiar excelentes cosechas en una tierra de secano.

Las precipitaciones que han afectado al archipiélago canario han beneficiado al campo majorero porque ha sido un agua mansa y con ausencia de viento. Ha originado pequeños incidentes en algunos tramos de la red de carreteras insular llegando a cortarse al tráfico las vías FV-2 a la altura de la rotonda de Pozo Negro, y la FV-1 que une a Puerto del Rosario con Corralejo por la costa.

La situación generada durante el pasado fin de semana, cuando los barrancos transportaron por su cauce una enorme cantidad de agua la mayor parte de ella con destino al mar por la ausencia de presas de obra, ha recuperado la normalidad después de que las carreteras cortadas abrieran de nuevo al tráfico y los operarios de los distintos ayuntamientos majoreros hayan recogido los residuos generados por las escorrentías.

Sin embargo, ha sido en el campo de la isla donde la alegría se ha desbordado por las primeras lluvias. Agricultores y ganaderos no han podido disimular su satisfacción por el agua caída que ha originado que las gavias, maretas y arenados 'bebieran' y hayan garantizado la cosecha de la temporada.

Tomás Valdivia es un agricultor de la zona de Almácigo, en el municipio de Puerto del Rosario. Ayer se encontraba todavía trabajando en la gavia para evitar que el agua acumulada pudiera perderse. "Estas lluvias han sido muy beneficiosas porque han sido intensas pero muy mansas. Es el agua buena porque no ha destrozado, al contrario, ha beneficiado al campo". Además, añadió, que "ahora hay que esperar unos quince días hasta que las gavias se sequen y se pueda arar. Yo plantaré papas y legumbres para consumo propio", detalló.

Por su parte, Antonio Mesa, un vecino de Triquivijate, en el municipio de Antigua, aficionado a la ganadería, no podía disimular su emoción por las lluvias que han regado el campo majorero. "Ha sido una bendición de Dios. Las primeras lluvias han llegado temprano y eso augura que tendremos un buen invierno". Además, explicó que "el agua caída posibilitará que crezcan los pastos para el ganado, lo que nos permitirá ahorrar en la alimentación de las cabras. Desde luego, que ha sido un regalo caído del cielo y que barrunta que vendrán más lluvias este año".

La mayor parte de las gavias de Fuerteventura se encuentran empapadas tras la llegada del agua de lluvia. De momento, no se puede trabajar la tierra y habrá que esperar algunas semanas antes de proceder a las labores de arado.

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