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Womad 2015 El encuentro anual con las músicas del mundo

El segundo baño en Gran Tarajal

El festival Womad repite en Fuerteventura y su futuro en la Isla queda a voluntad de las instituciones

Vista de la playa de Gran Tarajal en noviembre de 2014 durante la celebración del festival Womad. CARLOS DE SAA

La localidad de Gran Tarajal tiene playa y público para que el festival Womad eche raíces. Cosa distinta es que las instituciones, con el Cabildo de Fuerteventura como primer valedor en lo económico, asuma el envite lanzado desde el pasado año, cuando el entonces presidente de la corporación insular, Mario Cabrera, aventuraba que el festival pisaba playa para quedarse al menos otras tres ediciones.

El balance del primer impacto de Womad en Fuerteventura fue positivo. Satisfacción desde la organización por recuperar el festival en Canarias, ausente desde 2011, y con el quiebro de no haber podido celebrar su 20º aniversario en las Islas en 2013 al no encontrar acomodo entre los municipios candidatos a apadrinarlo. Y desde las instituciones que recogieron el testigo, empresarios y público local y foráneo que se reencontró y descubrió Womad en la playa de Gran Tarajal. "Ahí están para corroborarlo las reacciones de colectivos y asociaciones de la patronal de Fuerteventura, valorando esa vertiente importantísima también del retorno econñomico que un acontecimiento así supone para el lugar donde se celebra", explicaba el pasado viernes Dania Dévora, directora del festival.

El segundo envite del Womad majorero llega esta semana, del viernes 6 al domingo 8. Lo que ocurra después, es una incógnita que nadie se atreve a despejar, al menos hasta su conclusión. El Cabildo de Fuerteventura cerró un contrato para 2015 con la organización, que el actual presidente Marcial Morales ha mantenido, y que en lo económico supone un gasto para la corporación de 395.000 euros, a liberar en tres pagos. La aportación del Ayuntamiento de Tuineje eleva el presupuesto por encima de los 500.000 euros, cantidad a la que habría que añadir el dinero que ingresa Womad del Gobierno canario a través de Promotur, y otros por patrocinios privados.

La voluntad política y la económica van de la mano, antes y ahora, desde que Womad se instaló en Gran Canaria en 1993, y ni siquiera el traslado a la playa majorera ha resuelto la incertidumbre que este año se tradujo en que el cartel artístico se diera a conocer una semana antes de su celebración. "Ciertamente ha habido una tramitación burocrática que retrasó excesivamente la toma de decisiones y la organización y divulgación del festival", explica Dania Dévora. "Pero todo eso lo vamos a superar, seguro, con un pedazo de festival, que va a dejar a todos boquiabiertos", asegura Dévora.

"Nosotros siempre estaremos encantados de hacer este festival aquí, pero dependerá de la institución que nos invitan a hacerlo, en este caso el Cabildo de Fuerteventura. Desde el año pasado diseñamos para esta institución un festival a su medida, tanto en lo que respecta a la producción como a lo puramente artístico, y a tenor de las reacciones que conocimos al término de la edición del año pasado, creo que acertamos", reflexiona Dévora cuando se le cuestiona sobre el arraigo de Womad en Gran Tarajal.

El regreso a la capital grancanaria viene rondando al festival antes de que se fraguara el cambio de ciclo político en el Ayuntamiento capitalino. Una demanda que hicieron suya distintas formaciones en campaña y que ahora resurge por voluntad de la concejal de Cultura, Encarna Galván. "No sabemos si llevará el apellido Womad o no, dependerá de cuál sea la propuesta elegida", decía días atrás la concejala respecto al interés municipal por recuperar la marca. Un concurso público será quien decida que festival "multicultural" tendrá la ciudad.

"En Womad sorprendió muchísimo que varios partidos políticos llevaran en su programa electoral la recuperación del festival para Las Palmas de Gran Canaria. Nadie nos ha pedido un proyecto para esa recuperación, por lo que desde un principio hemos entendido que se trata de recuperar el mismo formato de los últimos años, al que yo propondría algunas modificaciones", subraya Dévora. El anuncio de la convocatoria pública no es una buena noticia para la organización.

En este sentido, la directora del festival subraya que "Womad no se instala en ninguna ciudad ni en ningún país por la fórmula de un concurso público. Nosotros atendemos la invitación de las instituciones que rigen esas ciudades cuando deciden contar con nosotros, procuramos adaptarnos a sus necesidades y a sus recursos y las convertimos en ciudades Womad. Siempre decimos que no estamos donde no se nos quiere y creo que esa fórmula del concurso denota justo lo contrario".

En este contexto y futuribles condiciones, desde Womad se cierra la puerta al posible regreso a la ciudad que lo acogió por primera vez y que permitió al evento crecer en Canarias como sede española del festival junto a la ciudad de Cáceres. "No nos presentaríamos, dicho sea con todos los respetos hacia quien convoca ese concurso y hacia quienes quieran presentarse", sentencia Dana Dévora.

En lo artístico, Womad apela a la colectividad frente a los cabezas de cartel. Pero el gancho mediático requiere de nombres que inviten al público a pasar de tres a cuatro días en Gran Tarajal, y que justifiquen lo que cuesta. Si el pasado año, en el reencuentro con el festival en Fuerteventura, Seun Kuti, Rachid Taha, La Chiva Gantiva y La Pegatina, entre otros, dieron empaque a los directos en la playa, en el cartel de 2015 destacan notables de la world music, cuya carrera ha tenido nobles episodios en la historia de Womad, como es el caso del nigeriano Orlando Julius & The Heliocentrics; la veterana Orquesta Baobab, armada en Senegal en los años 70; la formación británica Asian Dub Foundation, cuyo directo ha frecuentado el Womad canario en par de ocasiones, además de otros festivales en las Islas. Y artistas en ascenso como el nigeriano Baloji, que presentaba sus credenciales en 2011 en Santa Catalina, el último festival que tuvo la capital grancanaria en formato de un solo día; la voz de la británica Eska; los puentes de la música afroperuana y la electrónica por la que transitan Novalima; y, entre otros, el combo 47 Soul donde convergen músicos de Siria, Jordania y Palestina en una singular torre de Babel.

La cuota nacional está representada por Amparo Sánchez (ex Amparanoia), La Sra. Tomasa, El Twanguero; y la representación canaria reposa en Red Beard, Maldito Ramírez, Limando y OnoFreeFadar, además del dj y selector Mr. Kangrejo. En cartel, destacar la presencia de D. WattsRiot, uno de los alter ego de Dave Watts, que descubrió Canarias como miembro de Fun Da Mental de la mano de Womad en 1996 en Las Canteras, y desde entonces estableció su residencia en Tenerife. De los artistas que protagonizan Womad en Fuerteventura, solo dos de ellos actuaron en mayo pasado en Cáceres: Eska y El Twangero.

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