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Dos tiros a bocajarro al podenco de Ari

Aridane Aguiar denuncia que cuando se encontraba de caza en Jacomar dispararon a su perro desde un todoterreno - La Guardia Civil investiga el suceso

El joven Aridane Aguiar observa el cadáver de su podenco canario tras haber sido abatido a tiros. LP / DLP

Aridane Aguiar Ávila (Puerto del Rosario, 1990), un joven cazador del municipio de Tuineje, no olvidará la última jornada de cacería de podenco y hurón de la temporada 2015. Se encontraba junto a sus compañeros de cuadrilla en la zona de Jacomar cuando desde un vehículo todoterreno le dispararon a uno de sus perros causándole la muerte instantánea. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) investiga el macabro suceso.

Ari, como conocen cariñosamente a Aridane, había decidido poner broche final a la temporada de caza el pasado domingo disfrutando de la ultima jornada con su tío Orlando y Manuel Rodríguez, sus compañeros de cuadrilla. Decidieron ir a la zona de Jacomar. "Todo transcurría dentro de la normalidad, los perros cazando y nosotros disfrutando de nuestro deporte favorito y apenados porque era el último día de la temporada", apunta el joven cazador.

Sin embargo, la tragedia estaba por venir. "Sobre las 16.30 horas vimos bajar por el barranco a un todoterreno de color azul que circulaba muy despacio. Al llegar a la altura de Loreto, mi podenco canario, intentaron primero atropellarlo y al no conseguirlo, vimos atónitos cómo se bajó uno de los ocupantes que iba acompañando al conductor, sacó una escopeta de caza y le disparó dos tiros al perro, que murió en el acto", asegura un afligido Ari.

"No le deseo a nadie lo que sufrí en ese momento. Mi pasión es la cacería, tengo siete podencos canarios y Loreto era sin duda el mejor. Cuando vi al animal cosido a perdigones y tumbado en el suelo, me derrumbé. No pude contener el llanto de la rabia e impotencia que sentía. No tenía consuelo a pesar del animo de mis compañeros de cuadrilla. No lo entiendo", señala en joven cazador majorero.

Ari llevó el cadáver de Loreto, que tenía tres años, a la veterinaria Laura Cabrera Cabrera, que tras analizar el cadáver del animal certificó que había fallecido por disparos de escopeta: "El animal presenta múltiples heridas en el tórax con orificios de entrada de los perdigones, habiendo estos alcanzado órganos vitales y produciendo el fallecimiento del animal".

Aridane se desplazó ayer desde su domicilio en Tuineje hasta la capital insular para presentar la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil. "Nos dijeron que ya estaban investigando el caso. Sin embargo, hoy tengo que presentarme en el cuartel de Gran Tarajal para formalizar la denuncia".

Las pesquisas policiales se dirigen hacia los ganaderos que tienen sus cabras en la zona del mancomún de Jacomar. La presencia de perros asilvestrados que han matado animales en los últimos días podría, aunque no se justifica, estar detrás de la trágica muerte del podenco canario Loreto.

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