El Regimiento de Infantería Soria 9 recordó ayer a los siete militares fallecidos en el barranco de La Herradura, en el municipio de Puerto del Rosario, cuando en 1994 en el transcurso de las maniobras Cuchillo el helicóptero en el que viajaban se precipitó tras chocar contra unos cables de alta tensión.
El acto estuvo presidido por el general jefe de la 5ª Subinpección General de Canarias, José Luís Sánchez Martínez-Falero, y el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo. Al frente de las tropas participantes actuó el coronel del Regimiento majorero, Juan Carlos Royo, que tuvo el gesto de ceder su puesto en el atril al presidente Clavijo. También asistieron el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, y el alcalde de Puerto del Rosario, Nicolás Gutiérrez, así como varios cargos públicos y militares veteranos. También se desplazó a la isla para asistir al homenaje compañeros de los fallecidos.
El trágico accidente ocurrió el 16 de noviembre de 1994 cuando un helicóptero del Batallón de Helicópteros VI del Ejército de Tierra, con base en Los Rodeos, realizaba un vuelo de reconocimiento en el transcurso de una operación helitransportada. Cuando realizaba un vuelo rasante por el cauce del barranco de La Herradura, una de sus palas se enganchó a los cables de alta tensión que cruzaban el citado barranco. Tras la colisión se estrelló contra una de las laderas.
Los fallecidos fueron el capitán piloto Carlos Rocha Castilla, el sargento piloto Ramón Menchón Pellicer, el sargento mecánico José María Plaza Martín-Albo, el capitán Jorge Castillo Wandosell, que era el jefe de la primera compañía de la VII Bandera del Tercio Don Juan de Austria de la Legión, el sargento Santiago Palacios Páez, el cabo de La Legión José Ángel Gómez Crespo y el legionario Ángel Carlos Guisado Burgos, el único muerto que no era militar profesional, dado que cumplía su servicio militar en la Legión.
El coronel Juan Carlos Royo, del Soria 9, y el teniente coronel Quero, del Batallón de Helicópteros, fueron los encargados de depositar una corona de flores en memoria de los fallecidos ante los acordes de la banda militar.
