El pleno extraordinario del Ayuntamiento de La Oliva convocado para ayer no pudo celebrarse por encontrarse las dependencias del Consistorio cerradas al haber autorizado días pasados el autoproclamado alcalde González Arroyo, el cambio de la cerradura de la puerta principal. Otro de los motivos de la suspensión ha sido la ausencia de dos concejales del Partido progresista Majorero (PPM), el partido de Arroyo, que no pudieron ser notificados por los procedimientos legales. Sin embargo, si acudieron la totalidad de los ediles de Coalición Canaria, PSOE, Votemos, Partido Popular y Nueva Canarias. Por otro lado, la formación Votemos anunció que pedirá la disolución del Ayuntamiento de no solucionarse la situación de ingobernabilidad.
El espectáculo continúa instaurado en el Ayuntamiento majorero con dos alcaldes al frente de la Corporación: el condenado González Arroyo y el nominado por la Junta Electoral Central, Pedro Amador. Sin embargo, ni el Juzgado, ni la Delegación del Gobierno adoptan una resolución para clarificar una situación de autentico esperpento que viene sufriendo no solo la institución y los vecinos sino el propio municipio, uno de los más importantes en materia turística del Archipiélago.
El exalcalde González Arroyo fue condenado por un delito continuado de prevaricación a nueve años de inhabilitación al haber permitido la explotación de la cantera de Lomo del Pájaro de manera ilegal. Ante esta condena, el Ayuntamiento celebró un pleno para dar cuenta de la sentencia condenatoria. Tras remitir el acuerdo plenario a la Junta Electoral Central, este órgano expide la credencial del nuevo concejal, Rafael Benítez García, en sustitución de González Arroyo, y nombra alcalde accidental a Pedro Amador, primer teniente de alcalde de la Corporación otorgándole un plazo de diez días para que convoque una sesión para la toma de posesión del nuevo concejal y la elección del nuevo alcalde. Este plazo expira el próximo miércoles.
Convocatoria
Sin embargo, Arroyo, desobedeciendo la decisión de la Junta Electoral Central ocupó el pasado martes las dependencias municipales, autoproclamándose alcalde legítimo, ocupando la oficina de la Alcaldía, dando órdenes a los funcionarios y firmando los decretos de cese de Pedro Amador, del gerente de la empresa Suministro de Aguas de La Oliva, Jerónimo Soto, y nombrando como nueva primer teniente de alcalde a Guaximara González.
El alcalde accidental, Pedro Amador, convocó para ayer el pleno extraordinaria para cumplir con el requerimiento de la Junta Electoral Central. Sin embargo, la Policía Local de La Oliva se negó a realizar la notificación del pleno.
Esta decisión obligó a la secretaria del Consistorio, Rosa Delia Cabrera, a avisar a algunos concejales a través de correo electrónico, incluso, wasap, pero los ediles del PPM, Rafael Avendaño y Rafael Benítez, no pudieron ser notificados por lo que el pleno no pudo celebrarse. "Tampoco tenemos llave para entrar, porque Domingo González se llevó las llaves", comentaron los concejales convocados.
Amador insistió en la importancia de celebrar un pleno por la necesidad de nombrar nuevo alcalde y por estar pendientes la aprobación de las cuentas anuales de 2014 que, de no hacerse antes del 30 de diciembre, el Ayuntamiento podría perder 1,7 millones de euros, además de una subvención a Suministros de Aguas de La Oliva de 1,69 millones de euros.
