El abogado Pedro Amador, del Partido Progresista Majorero (PPM), fue proclamado ayer nuevo alcalde de La Oliva sin recibir un voto a favor ni en contra. Al presentar la única candidatura para el cargo, no fue necesaria someterla a votación. Por imperativo legal quedó legalmente nombrado regidor de un municipio que se ha visto salpicado en las últimas semanas por un autentico culebrón protagonizado por el anterior alcalde, Domingo González, que se atrincheró en la Alcaldía a pesar de haber sido inhabilitado, hasta que fue desalojado por la Policía Local.

Amador fue nombrado automáticamente nuevo alcalde después de que no se llegara a un acuerdo entre los seis partidos políticos con representación en el Consistorio para lograr los 11 votos necesarios que posibilita la creación de gobierno. Ante esta situación, la Ley Electoral recoge que debe gobernar el cabeza de lista de la formación más votada, en este caso, el PPM, que logró 1.529 votos y cinco concejales. Por detrás, quedaría Coalición Canaria (CC) con 199 votos menos aunque con idéntico número de ediles.

La sesión estuvo rodeada de numerosas anécdotas. Desde la presencia de dos secretarios, una, la del Ayuntamiento y, otro, el del Cabildo de Fuerteventura, Miguel Ángel Rodríguez, tras la petición de auxilio jurídico del nuevo alcalde hasta el ambiente hostil que reinó entre los distintos portavoces. Otra de las novedades se localizó en la renuncia de los tenientes de alcaldes, todos del PPM, para presidir la sesión plenaria lo que obligó a la constitución de la mesa de edad. También resultó curioso que el nuevo concejal Rafael Benítez, en sustitución de González Arroyo, tuvo que retrasar su toma de posesión por no haber presentado la declaración de bienes. Tras un receso tramitó y registró el documento en el Registro municipal.

Sin embargo, la curiosidad más llamativa fue la postura de los concejales del partido del anterior regidor, que no solo mostraron su desacuerdo con el nombramiento de su compañero Pedro Amador, sino que señalaron que "solo reconocemos como alcalde del municipio a Domingo González Arroyo".

Reacciones

La reacción de la portavoz del PSOE, Rosa Fernández, no se hizo esperar a la declaración de lealtad de los concejales de Arroyo. "Son unas marionetas de Domingo González Arroyo porque le rinden pleitesía a una persona que ha sido condenada por los tribunales de Justicia". Tampoco pasó desapercibido el rifirrafe entre Claudina Morales y Álvaro de Astica, donde la nacionalista criticó al portavoz del emergente las descalificaciones que ha realizado a través de las redes sociales y les recordó que "lo fácil es hacer oposición y lo difícil gobernar".

Pedro Amador mostró su sorpresa por no contar con el apoyo de sus propios compañeros de partido y aprovechó la ocasión para recordarles que "no he dictado la sentencia de inhabilitación de Domingo González ni tampoco la decisión de la Junta Electoral Central de retirar el acta". Además, recordó, que "estoy aquí por imperativo legal, por ser el primer teniente de alcalde y tener que sustituir al anterior regidor".

El nuevo alcalde se quejó de la falta de ayuda del resto de los concejales y parte de los funcionarios del Ayuntamiento durante las últimas semanas, periodo en el que tuvo que enfrentarse a un exalcalde atrincherado, que se negaba a dejar sus funciones amparándose en un recurso que había presentado ante el Juzgado del Contencioso Administrativo.

Durante todo el caso del 'alcalde okupa' algunos funcionarios y trabajadores del Consistorio pusieron numerosos impedimentos al cese de González Arroyo lo que provocó que no se pudiera notificar la convocatoria de un anterior pleno extraordinario para la elección del nuevo alcalde. Tanto la Delegación del Gobierno en Canarias como la Fiscalía de Las Palmas ha requerido al Ayuntamiento la relación de estos trabajadores públicos.

Amador puso de manifiesto la situación que se había generado con el anterior alcalde y puso como ejemplo la construcción de un paso de peatones en el Centro de Salud de Corralejo, que" una vez concluida la obra, Domingo González mandó a destruirla porque era un proyecto de mi concejalía".

El nuevo alcalde de La Oliva, Pedro Amador, al igual que ocurriera con su antecesor, gobierna en minoría. La loza de una moción de censura planea sobre su cabeza. A pesar de los apoyos públicos que ayer le hicieron varios grupos políticos, es un secreto a voces el apalabramiento de una mayoría conformada en torno a CC, PPM y NC para propiciar el regreso de Claudina Morales a la Alcaldía. Suman los once votos necesarios para que prospere.

Morales ya lo insinuó ayer en el transcurso del pleno. "Amador es un alcalde con muy poco respaldo. Vamos a asumir la responsabilidad de gobernar para dar estabilidad al Ayuntamiento".

En la hoja de ruta de Pedro Amador destaca como prioridad la búsqueda de acuerdos con formaciones políticas para garantizar una mayoría estable. Las conversaciones se iniciaron días pasados y se intensifican este fin de semana.