Viento, frío y agua. Los majoreros se quedaron ayer con las ganas de ver de nuevo correr los barrancos. La sequía comenzaba a extenderse tras las lluvias del pasado año y los hombres del campo rogaban que el agua regresara al territorio majorero. Sin embargo, las precipitaciones no fueron en esta ocasión bondadosas, aunque los aguaceros empaparon la tierra seca.

El agua caída ayer como consecuencia de los chubascos que acompañaron toda la jornada a los majoreros no causaron daños. Solo se registraron tres accidentes de tráfico como consecuencia de salida de vías. El más espectacular se registró sobre las 14.00 horas a la altura de la Cuesta de Perico, en el municipio de Puerto del Rosario, donde una joven tuvo que ser excarcelada por los bomberos de la capital. Los otros dos accidentes se registraron en el Sur, en el barrio de Las Casitas y en Tarajalejo, ambos en el termino municipal de Tuineje. Sólo hubo que lamentar daños materiales en los vehículos implicados.

El agua llegó mansa y tranquila. Primero con una ligera llovizna y a medida que avanzaba la mañana fue ganando en intensidad lo que provocó que algunos barrancos de la isla comenzaran a escurrir, aunque sin mucho caudal en sus cauces.

Gustavo Martín, vecino de Vega de Río Palma, agricultor aficionado y recolector de criadas, señaló que el agua "ha sido buena porque ha sido tranquila. No ha sido mucha pero ha empapado bien la tierra". Además, añadió, que "ya se echaba en falta. Ahora falta que siga lloviendo para que se llenen las gavias".

Un ganadero de La Oliva, Juan Santana, también mostró su satisfacción por la llegada de la lluvia. "Debe de llover más pero la que ha caído ayuda a mantener los pastos que estaban pidiendo agua. El año pasado llovió muy pronto, sobre finales de octubre, y desde entonces no cayó una gota hasta ahora".

El director insular de Seguridad del Cabildo de Fuerteventura, Francisco Torres, destacó la ausencia de incidencias por el fuerte viento y la lluvia. "No hay datos significativos, excepto algunos incidentes de tráfico. Mantenemos un retén en alerta por si fuera necesario intervenir".

Al cierre de nuestra edición comenzaba de nuevo a llover en Fuerteventura y a soplar con intensidad el viento.