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Encuentro contra la violencia

Numerosas personas abarrotan las calles de la capital para asistir en la procesión del Encuentro - Los militares del Soria 9 vienen participando desde 1997

Noche de fervor y devoción. También de frío y lluvia. Las calles de Puerto del Rosario se llenaron ayer de numerosas personas para presenciar la tradicional procesión del Encuentro, uno de los actos religiosos más populares de la Semana Santa majorera que se lleva celebrando en la capital insular desde 1.976. Un evento que sirvió como encuentro de solidaridad con el pueblo belga tras el brutal atentado y contra la violencia.

Tras la celebración de dos misas en la capilla castrense del Regimiento de Infantería 'Soria 9' y en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, oficiadas por el capellán militar José Ignacio López, y el párroco Juan Carlos Medina, respectivamente, ambas comitivas partieron de los citados templos en dirección a la Explanada, zona donde se produciría el encuentro entre ambas imágenes.

Mientras los soldados del Soria 9 partieron del acuartelamiento portando sobre sus brazos a Jesús Nazareno, y el Cristo de la Buena Muerte, desde el templo de la ciudad los vecinos transportaban la imagen de la Dolorosa. Durante el trayecto se tuvo que realizar una parada por la lluvia.

El piquete militar estaba formado por 81 miembros del Soria 9, conformado por el cornetín, la escuadra de Gastadores, el piquete de honores y los 33 porteadores del Cristo. Al frente de la embajada militar se encontraba el coronel del Regimiento José Ignacio García del Olmo.

Tan solo media hora tardaron ambas comitivas en encontrarse. Fue un recorrido corto pero intenso por la pasión que vislumbraban las numerosas personas que se agolpaban en las calles capitalinas que no dudaron en aplaudir y vitorear a ambas imágenes. La emoción, a pesar del fuerte frió, viento y lluvia, contagió a los asistentes no solo por el paso de los soldados meciendo a Jesús de Nazareno y el Cristo de la Buena Muerte al son de la marcha musical de la Banda, sino en el momento en que ambas imágenes se encuentran en los aledaños de la avenida marítima. Allí, llegaba el momento crucial d de la procesión. Jesús de Nazareno hace la reverencia a su madre la Dolorosa. Muchos de los asistentes no pudieron reprimir sus lágrimas.

El párroco de Puerto del Rosario, Juan Carlos Medina, fue este año el encargado de dirigirse a la multitud desde el balcón de la familia Domínguez. Medina hizo referencia al atentado terrorista de Bélgica y tuvo un emocionado recuerdo para las víctimas y heridos. También se refirió al Año de la Misericordia que el vaticano celebra durante este ejercicio.

El cura capitalino lanzó un mensaje "para que nunca se utilice la violencia sino el perdón. Jesús sufrió un juicio injusto pero nunca utilizó la violencia sino el instrumento de la paz. Debemos seguir su ejemplo", señaló.

Tras culminar su homilía, ambas imágenes fueron trasladas por ambas comitivas hasta el templo parroquial.

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