Fuerteventura llora la muerte de Atila, un perro pastor belga malinois que durante sus diez años de vida salvó a muchas personas de una muerte segura. Fue uno de los mejores perros de rescate de España. Entre sus numerosas actuaciones destaca haber participado, como parte de su adiestramiento, en la búsqueda de Yeremi Vargas, el niño de siete años desaparecido en la localidad grancanaria de Vecindario.

El animal que falleció el pasado martes como consecuencia de un cáncer linfático, pertenecía al Grupo de Intervención en Catástrofes (GIC) de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros (ESDP), y se encontraba acreditado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la búsqueda y rescate de personas en grandes catástrofes.

Atila nació en Francia y tenía genes de perro de rescate, no en vano su abuelo también ejerció ese papel. Desde cachorro fue instruido en las labores para participar en las labores de búsqueda y rastreo en diferentes condiciones y escenarios.

"El perro llegó hace diez años a mi vida desde Francia, siendo un cachorro de seis meses, era descendiente de perros dedicados al rescate y salvamento de personas", señala su dueño José Manuel Pérez Zarza, que no puede disimular el dolor por el fallecimiento de su compañero del equipo de rescate. Además, añade, que "empezamos nuestra andadura en el Grupo de Perros de Salvamento de Canarias, superando las pruebas de homologación en la Asociación Nacional de España y Alemania, y pasando por los distintos cursos de especialidades dentro de la Escuela Nacional de Protección Civil del Ministerio del Interior, perfeccionándonos como equipo de intervención en catástrofes".

El animal fallecido deja un importante vació en la familia de los rescatadores españoles, pero también en el domicilio de sus dueño "aparte de nuestra labor como equipo, Atila vivía en casa compartiendo su día a día con mi familia y amigos, era uno más de nosotros".

Pérez vive unos momentos de máxima tristeza por lo sucedido y por lo que le unió durante años a Atila en el desempeño de una labor solidaria y altruista. "Atila es insustituible, no creo que consiga otro animalito tan bueno que tenga esa gran complicidad. Continuaré con mi labor preparando otro perro para el mismo fin. Lo aprendido y compartido con Atila me ayudará mucho en este camino".

José Manuel Pérez ha recibido numerosos mensajes de pésame por la muerte de su perro. Desde instituciones públicas a compañeros de labores de rescate y amigos. La Escuela de Salvamento y Detección con Perros, reconoció públicamente que "hoy es un día muy triste para la ESDP España, en especial para José Manuel Pérez ya que su compañero Atila nos dejó. Es una gran pérdida para todos nosotros, y no nos queda más que agradecer a Atila todo el servicio prestado".