Los vecinos de las 90 Viviendas están desesperados con su mala suerte. Tras años de lucha y reivindicación para conseguir las deseadas reformas en los inmuebles, que se construyeron hace 40 años, la remodelación ha sido un fracaso.
"La situación en el interior de los pisos empeora día tras día, y muchos residentes temen por su seguridad y su salud por los problemas que presentan las zonas interiores y exteriores de los inmuebles", manifiesta el presidente de la asociación de Vecinos de las 90 Viviendas de Puerto del Rosario, Francisco Ruiz Cerpa.
En concreto el representante de los vecinos detalla que "los balcones se caen, las paredes están negras por las humedades, las tuberías de agua revientan, decidieron instalar placas solares y han supuesto un problema añadido porque son costosas de mantener y las tuberías no están preparadas". Asimismo, Francisco Ruiz enseña cómo los adoquines de los patios exteriores están levantados, "lo que demuestra la mala calidad de los materiales empleados en la obra, que finalizó hace un año".
La mayoría de los 200 habitantes de estos bloques superan los 60 años y lamentan que la vida en el interior de los pisos se ha convertido en "un infierno" porque cuando llueve lo hace dentro de los portales y escaleras. El agua forma charcos en las azoteas y se quedan empozadas por las malas canalizaciones. "Los tubos de agua y luz pasan por las escaleras, están al aire en portales y fachadas, es decir la reforma consistió en poner parches sin solucionar los problemas estructurales e incluso afeando los hogares con unos paneles delante de los balcones que han quitado la luz a las casas", añade Ruiz Cerpa. Y varios portales siguen sin porteros automáticos.
"En los cuartos pisos la situación resulta penosa con mucha humedad, tenemos habitaciones cerradas por miedo a que los techos se nos caigan encima y no se puede dormir por los malos olores", indican los propios residentes como Viñoly.
Hace aproximadamente un año que el Ayuntamiento de Puerto del Rosario recepcionó unas obras de remodelación presupuestadas en dos millones de euros.
El proyecto de reforma comenzó en enero de 2012 con un coste de 1.982.064,47 euros, aunque los vecinos debían abonar en torno a los 2.000 euros para el arreglo de sus casas. Una obra cofinanciada por el Ministerio de Fomento (585.241,77 euros), el Gobierno de Canarias (270.000,00), el Ayuntamiento de Puerto del Rosario (469.241,77) y el Cabildo de Fuerteventura (469.241,77).
"Ahora nos informan de que la empresa constructora se encuentra en concurso de acreedores, pero los propios vecinos fiscalizamos la obra y observamos el desastre. Hemos elaborado informes detallados con todos los desperfectos y durante el transcurso de la obra pusimos en conocimiento de los técnicos municipales el desastre pero nadie puso solución a este problema que aumenta cada día", aseguran los afectados.
Francisco anuncia que continuarán con la lucha hasta que las autoridades les escuchen y pongan una solución a esta barriada histórica de la capital.
Los vecinos han contactado con la Consejería de Vivienda del Gobierno de Canarias y han pedido una reunión con los técnicos para informarles de la situación.
