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Caleta de Fuste Congreso de la población

"Casi la mitad de los ciudadanos de Fuerteventura nacieron fuera de la isla"

"Hay que apostar por un modelo turístico centrado en la identificación de lo local y en la calidad", destaca Juan Manuel Parreño, Director del Departamento de Geografía de la ULPGC

El profesor titular de Geografía de la ULPGC, Juan Manuel Parreño, durante la entrevista. GABRIEL FUSELLI

¿Como ha sido el crecimiento demográfico de Fuerteventura en los últimos años?

El crecimiento ha sido muy elevado. Es la isla que más crece en Canarias sobretodo por la llegada masiva de población no solo del extranjero sino del resto del territorio nacional e incluso del propio Archipiélago. El crecimiento ha sido espectacular.

¿Y cómo se explica este fenómeno?

El movimiento migratorio está vinculado a la industria turística. Llegó mucha mano de obra latinoamericana, europeos y de otras nacionalidades, pero también ciertos movimientos de turistas residenciales que llegan, pasan una temporada y se marchan. Otros se empadronan y entonces figuran en las estadísticas oficiales, otros no. Es un tipo de crecimiento demográfico muy vinculado a la industria turística que es el principal motor económico de la isla.

Entonces la población foránea tiene una presencia importante en la sociedad insular

Por supuesto. Las estadísticas son las que son y reflejan la realidad demográfica de Fuerteventura. Yo creo que un porcentaje en torno al 45%, casi la mitad de la población que reside aquí no es majorera, es decir, nacieron fuera de la Isla.

¿Este crecimiento ha modificado la estructura de asentamientos?

En una perspectiva de 25 o 30 años si porque también va parejo al cambio de modelo económico de la isla. La implantación del turismo de masas supone que los nuevos asentamientos son costeros en zonas donde habían asentamientos pequeños. Esto ha supuesto que la población se traslade a la costa del este, especialmente en los municipios de Pájara y La Oliva. Una modificación total porque pasamos de una económica vinculada a la agricultura a una economía basada en el turismo tradicional y residencial que ha comenzado a instalarse en la isla.

¿Qué papel ha jugado el fenómeno de la inmigración en este crecimiento poblacional?

Todo. Es verdad que Canarias en el contexto español es de las comunidades mas jóvenes que tiene un movimiento natural importante de la población, pero no se sustenta el crecimiento tan espectacular de Fuerteventura como movimiento natural, es decir por el saldo entre nacidos y defunciones, la movilidad, la llegada de población del exterior es lo que justifica el crecimiento vinculado a la actividad turística.

¿Todo este crecimiento ha dejado huella en el paisaje?

Sí. Tenga en cuenta que aparecen nuevos asentamientos turísticos, residenciales o crecen los procesos de urbanización. Tampoco es que en Fuerteventura la huella agraria sea más evidente en el paisaje pero estimulado el abandono agrario, entre las expectativas del crecimiento de los procesos de urbanización el impacto paisajístico es muy importante.

¿En que época se comienza a detectar ese crecimiento poblacional?

Cuando arranca el turismo de masas. Estamos hablando de finales de los años 70 y 80 cuando Fuerteventura comienza a despejar turísticamente en las zonas de Corralejo, Morro Jable y un poco más tarde Caleta de Fuste, que es cuando comienza las grandes transformaciones. Por otra parte, Puerto del Rosario comienza un poco antes a crecer ya que su jerarquía urbana cambia en las décadas anteriores. Es un procedimiento reciente ya que hablamos de hace 30 o 40 años.

¿Qué ha supuesto para las instituciones este crecimiento desmesurado en tan poco tiempo?

El crecimiento de la población tiene que ir parejo a una mejora de los equipamientos. Esta llegando también población mayor que tiene otras necesidades de equipamiento. Es un reto para las instituciones poder ofrecer los equipamientos que requiere esta población. Ademas estamos en unos entornos turísticos que tiene unas peculiaridades urbanísticas muy concretas donde los equipamientos no son los mejores, si para el turista pero no para la población trabajadora. Una parte de la población flotante y entonces no deja sus impuestos aquí y es complicado poder asistir en igualdad de condiciones con otros territorios de canarias u otras ciudades a nivel de equipamiento para la población.

¿Fuerteventura es un laboratorio para los investigadores de los movimientos demográficos?

Es una pregunta muy curiosa que no me había planteado nunca. Es un laboratorio en el sentido que es un proceso a pequeña escala que se puede extrapolar, en cierto modo si, pero laboratorio del fenómeno de las periferias turísticas.

¿Esta afluencia importante de población foránea supone una perdida de identidad del pueblo majorero?

Es evidente que existe una perdida de identidad pero también una ganancia por el mestizaje en la llegada de nuevas tradiciones, nuevas maneras de enfrentarse a la vida, pero creo que las entidades se van creando con el mestizaje. Fuerteventura siempre ha sido una isla de mestizaje.

Como investigador sociodemográfico, ¿qué opina del modelo turístico que se viene aplicando en Canarias?

Hay que apostar por un modelo turístico centrado en la identificación de lo local, la diferenciación, especialización y una mejor calidad. Tenemos que tender hacia un modelo de calidad y sostenible con el medio natural, donde se refleje las peculiaridades del lugar porque es un elemento diferenciado del destino. En el futuro, el mercado turístico va a ser mucho mas global con la diferenciación. Hay que generar la marca que es incluir todos los elementos locales en el producto que se oferta. El modelo masivo actual va en la dirección opuesta.

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