El sepelio del joven Domingo Carmona Ruiz, fallecido en la madrugada del pasado domingo en un trágico accidente de tráfico, se desarrolló ayer en un ambiente de máximo dolor no solo por parte de su familia sino de los numerosos amigos del muchacho que no pudieron reprimir sus lágrimas en su despedida.

Durante toda la mañana y parte de la tarde, el tanatorio Cira Ruiz de Puerto del Rosario acogió a numerosas personas que quisieron acompañar a la familia Carmona Ruiz en unos delicados y duros momentos, así como testimoniar sus condolencias.

En el trágico accidente de tráfico, ocurrido en el kilómetro 29 de la carreteras FV2 que une a la capital con Morro Jable, al margen de Mingo, como cariñosamente le conocían sus amigos, murió el conductor del otro vehículo afectado, un ciudadano británico de 50 años de edad. También resultaron afectado un hermano del fallecido y una joven de 16 años. Ambos se recuperar de la gravedad de sus heridas, aunque la muchacha tuvo que ser evacuada a Gran Canaria.

Si en el tanatorio se vivían momentos de máxima emoción, la llegada del féretro a la iglesia de Antigua desató las lagrimas y el dolor de vecinos, amigos y compañeros de colegio del fallecido.

No había consuelo para unos padres rotos por el dolor por la pérdida de su joven hijo, de tan solo 16 años.

La iglesia Nuestra Señora de Antigua se quedó pequeña para acoger a las numerosas personas que quisieron acompañar a Domingo Carmona y Lucila Ruiz, así como a sus familiares, en uno momentos de máximo dolor.