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Prevención en las playas

Nuevos rescates con paddle surf

Las tres playas de Puerto del Rosario disponen de disfibriladores, oxigenoterapia y sillas anfibio

Nuevos rescates con paddle surf

Las playas de Fuerteventura siempre tienen afluencia de público pero con la llegada del verano se multiplica. Para asegurar el bienestar de los bañistas es imprescindible la figura del socorrista.

Camilo Lorenzo Cabrera es el coordinador de la empresa Valora Socorrismo, encargada de las tres playas capitalinas y asegura que en lo que va de verano se han registrado al rededor de seis intervenciones.

En el muncipio portuense cuentan con los medios materiales suficientes, como una tabla de rescate, una moto acuática y una embarcación semi rígida, aunque "estos no son siempre necesarios ya que la mayoría de los rescates suelen ser a menos de cincuenta metros de la costa" explica.

Algo que sí reclaman los servicios de salvamento de Fuerteventura es la ampliación del personal en todas las playas majoreras, "vendrian bien al menos dos socorristas más en Playa Blanca".

Además, solicitan "que se incluye socorristas para otras playas que pueden considerarse medio peligrosas como Jarugo o Los Molinos, cada vez más visitadas y sin vigilancia".

Entre las funciones de los socorristas, a parte de vigilar y

"Todos los rescates tienen su complejidad pero trabajamos y prevenimos para no llegar tarde", cuenta Camilo. "La gente se toma bien las indicaciones de que no sobrepasen los límites en caso de bandera roja o amarilla, pero siempre hay excepciones en las que no están de acuerdo con las normas que les ponemos. Aún así, el problema siempre se soluciona" afirma.

Por otro lado cada playa cuenta con un desfibrilador y oxigenoterapia para casos de emergencia, así como sillas anfibio adaptadas para personas con discapacidad. Asímismo, una nueva modalidad de salvamento es el paddle surf que les permite controlar desde el agua, "siempre y cuando el mar esté en calma y las condiciones para su práctica sean favorables".

El gran problema aparece con la corriente. Como explica Camilo, en Playa Blanca existen un total de cinco o seis zonas de corriente, que los socorristas comunican a los bañistas. "Tenemos que avisar a la gente de su presencia una vez que los divisamos para que sepan en qué lugar de la playa es mejor el baño" advierte.

En Playa Chica la dificultad es otra -indica- "jóvenes y niños aprovechan el espigón para lanzarse al agua, una práctica peligrosa y que en alguna ocasión ha provocado lesiones y daños en algunos".

A parte de vigilar la playa chica , que se llena de gente, tienen que estar atentos para evitar accidentes en las rocas.

Hasta seis playas majoreras ondean la bandera azul durante este 2016, entre las que se encuentran las tres capitalinas que coordina Camilo.

Una de las condiciones para recibir esta distinción es la limpieza no solo de sus aguas sino también del espacio. Diferentes cubos de basura de reciclaje así como conos que los socorristas reparten entre los fumadores son las soluciones que se han ido incorporando para mantener la playa en buen estado. Un usuario habitual de Playa Blanca, Carlos Chocho que disfruta del litoral con su hija Nairobi critica la acumulación de colillas en la arena. "Una asignatura pendiente que se debe mejorar", afirma el bañista.

Este verano, en las playas de Puerto se desarrolla la campaña "Cuídate en verano" con la que se reparte crema solar para prevenir el cáncer de piel.

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