Las camareras de piso se concentraron ayer ante el hotel Costa Calma Beach, perteneciente a la cadena SHB-Sunrise, para denunciar la precariedad laboral que vienen sufriendo en el desarrollo de su profesión.

Las Kellys de Fuerteventura, colectivo que se creó en la isla el pasado mes de abril y que tuvo su presentación ante la sociedad majorera el pasado 29 de julio en la localidad de Gran Tarajal, denunciaron el incumplimiento del convenio de hostelería, la excesiva carga de trabajo y jornadas maratonianas durante sus turnos de trabajo.

Una treintena de camareras de piso, apoyados por familiares y ciudadanos, portaban varias pancartas con los slogan 'La salud y la dignidad no se venden' y 'Basta de amenazas' al tiempo que explicaban la precaria situación que viene sufriendo este colectivo.

A pesar de los récords de entrada de turistas a la isla, de los beneficios empresariales de las distintas cadenas hoteleras, las camareras de piso "venimos sufriendo una enorme presión laboral. Nos imponen más habitaciones para limpiar y cuando terminados agotadas nos envían a las zonas comunes del hotel", señaló una de las afectadas. Además, añadió, que "esta situación solo tiene una definición: explotación laboral ".

La primera acción de protesta de las Kellys de Fuerteventura de ayer se extenderá en próximas fechas a otros complejos hoteleros de la isla donde vienen padeciendo precariedad laboral.

El colectivo también demanda la jubilación anticipada a los 55 años o que se reconozcan las lesiones músculo-esquéleticos como enfermedades profesionales.