Los caminos, veredas, laderas y barrancos del paisaje majorero se llenaron desde primera hora de ayer, festivo insular, de romeros rumbo a la pequeña aldea de Vega de Río Palmas, en el municipio de Betancuria, lugar donde se localiza el santuario de la Patrona de Fuerteventura: la Virgen de la Peña. La tradicional romería y la posterior ofrenda a la Patrona marcaron una jornada donde la devoción y la fiesta se convirtieron en protagonistas. Una gran parte de los devotos de la Virgen que la veneraron en la ermita le pidieron mejoras en la sanidad insular para frenar la precariedad que existe.
Los romeros se concentraron a primera hora de la tarde en la Majada de la Vieja. Desde allí partieron en comitiva por el barranco de Betancuria hasta la ermita. Ataviados con trajes tradicionales, los grupos de romeros, en menor número que el año anterior, cantaron y bailaron durante todo el recorrido donde no faltaron los productos de la tierra.
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, acompañado del presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, la consejera de Educación del Gobierno de Canarias, Soledad Monzón, el alcalde de Betancuria, Marcelino Cerdeña, así como varios directores generales del Ejecutivo autónomo y autoridades municipales e insulares, abrían la comitiva detrás de la carreta del Cabildo majorero, dedicada en esta ocasión al pescador y que fue diseñada por el artista Silvestre Chacón.
Fernando Clavijo, reconoció, que era la primera ocasión en que participaba en la romería majorera. "Estoy acompañando por primera vez a los majoreros en sus fiestas. Me he encontrado un gran ambiente, además familiar porque he visto a muchas familias dirigiéndose caminando hasta la Vega de Río Palma".
Por su parte, el presidente insular, Marcial Morales, destacó "la masiva participación desde todos los pueblos de la isla. Miles de personas han venido caminando unos para venerar a la Virgen, otros de fiestas. Espero que la Patrona nos de lo mejor para Fuerteventura".
Tras la llegada de los romeros a la entrada del pueblo de Vega de Río Palmas se procedió a la tradicional ofrenda a la Virgen, donde los productos ofrecidos por feligreses e instituciones serán destinados a las familias más necesitadas del municipio de Betancuria y de otras localidades de la isla.
Una año más, la familia del ganadero Vicente Hernández, comisionado del Mancomún de Betancuria, se sumó al acto. Con su rebaño de cabras y los miembros de su familia, entregaron un lote de uno d de los productos más populares de Fuerteventura: el queso majorero.
Posteriormente, fueron desfilando instituciones, colectivos y vecinos para dejar a pie de la imagen, ubicada en la entrada del santuario y a cuyo píe se encontraba el vicario general de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera, acompañado de varios sacerdotes, varios lotes de productos, principalmente de la tierra.
El presidente autonómico Fernando Clavijo y Marcial Morales portaron un cereto repleto de tomates majoreros, queso, piñas y sal de las salinas del Carmen. Posteriormente, el turno sería para el consejero insular de Cultura, Juan Jiménez y la consejera regional de Educación, Soledad Monzón, quienes también hicieron su ofrenda a base de productos de la tierra. Y así, continuaría la comitiva de representantes de los ayuntamientos majoreros y consejeros del Cabildo de Fuerteventura.
La música tuvo su protagonismo en la plaza pública. Entre ofrenda y ofrenda una actuación musical no solo con agrupaciones majoreras sino que en esta ocasión se desplazó desde Gran Canaria la Agrupación Folclórica Guayadeque interpretó varias isas y folias que hicieron las delicias de los numerosos vecinos que se congregaron en el espacio habilitado a la entrada del santuario.
Sin embargo, la calidad musical estuvo de la mano de dos agrupaciones veteranas de la isla: la Agrupación Folclórica de La oliva, que tuvo sus comienzos a finales de la década de los 60, y la de Tetir con más de 40 años de actividad musical.
Promesas
Las fiestas en honor a la Virgen de la Peña tiene un importante componente religioso. Los majoreros le profesan una enorme devoción y no dudan, no solo en esta festividad sino todo el año, de acudir hasta la ermita para venerar la imagen y pedirle alguna promesa.
Juana González llegó con sus hijos desde El Matorral, en el municipio de Puerto del Rosario. "He venido a pedirle a la Virgen por mi familia porque hemos estado un poco delicados de salud". Además, añadió, que "una de mis peticiones es que arregle lo que está pasando con la sanidad en la isla. Necesitamos más especialistas y mejores medios. No podemos estar discriminados con respecto a los habitantes de otras islas".
En idénticos términos se pronuncia Marcial Calderín. "Solo le he pedido que ayude a todas las personas enfermas, que lo están pasando muy mal. Que nos arreglen de una vez por todas las carencias en materia de sanidad".
No todo fueron plegarias por motivos de salud. Elena Sánchez, llegó a Vega de Río Palmas, desde Tarajalejo. "He venido a cumplir una promesa. Aprobé unas oposiciones y mi madre y yo prometimos venir andando con un ramo de flores para agradecerle a la Virgen su ayuda". También, añadió, que "no regresaremos a píe. Mi padre nos recogerá en Antigua a donde llegaremos en guagua tras cumplir nuestra promesa".
En el ambiente también había un cierto malestar de un grupo de vecinos de Betancuria con el Cabildo de Fuerteventura. "Resulta que el Cabildo promociona la romería de San Miguel con publicidad en las guaguas del transporte público, pero se olvida de la de La Peña, que es la fiesta de todos los majoreros. Podría también haberla promocionado porque tiene una importancia histórica importante, pero no lo hicieron".
Tras concluir la ofrenda, las calles cercanas al templo se llenaron de parrandas que pusieron su música hasta la madrugada.
