La Provincia - Diario de Las Palmas

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"Años de dolor en el hospital"

Jacqueline Montero se emociona al recordar a enfermos fallecidos y dice que está viva de milagro tras una larga enfermedad

Jacqueline Montero con su marido, Mario FUSELLI

Con su pañuelo en la cabeza, mucho ánimo y una fuerza interior envidiable Jacqueline Montero, de 43 años, presidió junto a otros enfermos la manifestación 'Por una sanidad digna ya'. Ella fue una de las primeras espontáneas en colocarse el pasado 3 de agosto en la puerta del Hospital General de Fuerteventura para exigir un oncólogo. La presencia ayer de tanto público y muestras de apoyo y solidaridad con la causa la emocionaron a cada paso.

Sufrió meses de dolores, sólo la trataban con calmantes y finalmente dieron con su tumor. "Del pecho se me extendió a la columna, huesos e hígado y a mi marido le decían que me quedaba poco tiempo de vida. Eso fue hace ya tres años y aquí sigo batallando contra el dolor y la falta de medios en el Hospital majorero", explica esta vecina de Uruguay, afincada desde hace años en la isla majorera. Se quedó en silla de ruedas, sin poder caminar , pero la suerte y su constancia por recuperarse y vivir dieron sus frutos.

"Aquí estoy caminando y en la manifestación junto a mi marido y mis hijos para exigir mejoras sanitarias urgentes en Fuerteventura. Sólo quiero que los políticos dejen de mentir y escuchen nuestras peticiones y pongan soluciones" solicita. Esto va -añaden los pacientes- "por los enfermos que se fueron en silencio como María Victoria o Luisa y los seguimos vivos de milagro" afirmaban ante el clamor popular.

Otra majorera que quiere olvidar el dolor tras recibir el alta médica en el Servicio de Oncología es Milagros Galván. Esta vecina, de 58 años de Puerto del Rosario, cumplió el pasado 18 de septiembre un año con su enfermedad y también cogió la pancarta. "Ha sido muy duro, recuerdo el día que me dijeron tras hacerme una mamografía en una revisión rutinaria que tenía un tumor. Fue como un jarro de agua fría ", confiesa. Una ño de mucha tristeza debido a que su marido también falleció de cáncer hace diez.

"Sin embargo me operaron rápido y recibí tratamiento de quimioterapia en el Insular y radio en el Negrín, y a todo el equipo médico le pongo un 10." califica. Lo peor para ella fue buscar alojamiento en Las Palmas. "Han sido meses horribles de viajes y terapias pero recibí mucho cariño" asegura. "Yo he sido tratada siempre en Oncología en Las Palmas , y como majorera quiero un equipo de oncólogos permanentes para atender a los pacientes y evitar desplazamientos". Milagros recibe el alta médica pero inicia otra batalla por la sanidad en la Isla.

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